Penina significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de Peniná es piedra preciosa como la coralina. Para las personas en la antigüedad, los corales y perlas eran posesiones valiosas y costosas. Esto se debía a lo difícil que era conseguir uno. El hecho de que a una mujer se le comparara con estos objetos, era un privilegio, pues era probable que fueran muy bellas.

Vídeo sobre el significado bíblico de Penina

¿Qué relación tenía Peniná con Samuel?

Esta mujer era una de las esposas del padre del profeta. Ella le había dado varios hijos a Elcaná, entre ellos Amasai y Ahimot, lo que la hacía sentirse orgullosa. Para los israelitas, una mujer fértil era alguien muy apreciada. En cambio, las que eran estériles, se les veía mal, porque pensaban que Jehová las estaba castigando cerrándoles el vientre.

Las mujeres en esta situación sufrían mucho, porque creían que sus esposos y su Dios no las querían. Además, luchaban con el desprecio de sus vecinos y familiares. El problema se agravaba cuando era un matrimonio polígamo, puesto que las otras mujeres se podían burlar o competir con ellas.

Eso fue lo que le pasó a Ana, la madre de Samuel. Peniná había tenido varios descendientes, lo que la hacía sentir superior a su contrincante. Incluso consideraba que era la esposa más querida. Ella y sus hijos se burlaban de la desdichada mujer.

Cuando la familia tenía que ir al tabernáculo, Elcaná hacía un sacrificio quemado y le entregaba a cada una, la porción que le correspondía, según su prole. Esto era penoso para Ana, porque a Peniná le obtenía su parte y la de cada uno de sus herederos. Sin embargo, a ella solo se le daba una ración.

¿Cómo le demostró Jehová a Peniná que estaba equivocada?

En uno de los viajes al tabernáculo, Ana le hizo una oración muy sentida a su Dios. Le pidió que interviniera por ella y le abriera la matriz. Como su dolor era tan grande, solo se le veía que movía sus labios y sus lágrimas bañaban su rostro. Cuando el sumo sacerdote Elí la vio, la mujer con mucha humildad le explicó las causas de su corazón herido.

Así que, él la bendijo y le dijo que su petición se le cumpliría. El relato dice que Ana se secó las lágrimas, comió y no volvió a estar triste. No se conoce cuanto tiempo tuvo que esperar, pero ella salió embarazada de un niño que dedicó al servicio sagrado. Con eso, Peniná vio que Ana era valiosa para Jehová.

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