Zarzal significado bíblico
Definición. El significado bíblico de zarzal, es grupos de arbustos en los que sus ramas se entremezclan entre sí. Por su parte, no se le atribuye una especie como tal o familia y algunos estudiosos, dicen que no eran de gran valor.
Sin embargo, la palabra zarzal aparece numerosas veces en las sagradas escrituras, de la mano de personajes relevantes. Tal es el caso, del evento que se registra en Génesis y que nos dice que el día que Abraham iba a sacrificar a Isaac, se percató de que había un carnero enredado en un zarzal y le quitó la vida en su lugar por sacrificio.
Vídeo sobre el significado bíblico Zarzal
Descripción del zarzal
Por su parte, al zarzal se le describe como un arbusto que contaba con diversos tamaños de crecimiento. Razón por la cual, existieron unos muy elevados. Además, poseían muchas ramas que en ocasiones, tenían espinas en forma de curvas. Las que, eran peligrosas y podían, incluso, afectar de manera negativa a las otras plantas que se encontraran a su paso.
Aunado a ello, el zarzal no disponía de flores o higos, por lo que, en Lucas, se nos relata que no se trataba de una especie de árbol que se conociera por sus frutos.
Cabe destacar, que el término zarzal se relaciona con aquellos ciclones de la naturaleza a los que también se les reconoce como tifón. Los cuales, se presentaban en el océano pacífico occidental y en algunas regiones de la India.
Simbolismo espiritual del zarzal
Por otra parte, el zarzal en donde abundan los arbustos, tiene una connotación espiritual con la zarza ardiente. Ya que, salen a la luz diversos relatos bíblicos en los que se referenciaba imágenes proféticas relacionadas con la virgen María.
Por su parte, el zarzal, tiene que ver con las revelaciones que el Altísimo les manifestaba a sus hijos sobre la tierra. Por lo general, allí aparecían sus ángeles en forma de llama y su propósito consistía en transmitir un mensaje sin que su rostro o cuerpo se apreciara con detalle ante los ojos de los hombres.
Asimismo, existe un relato en el que Moisés se acercó a un zarzal ardiendo, porque quería ver qué era lo que se encontraba en su interior. Sin embargo, Dios clamó su nombre antes de que el fuego se consumiera y su siervo le dijo aquí estoy. Lo que, dio paso a las ordenanzas y estatutos que el Señor le dio a conocer.