Verruga significado bíblico

verruga

Definición. El significado bíblico de verruga, es recrecimiento de algunos folículos de la piel que se producen a causa de una infección. Por lo general, la enfermedad se asocia con el virus del papiloma humano.

A pesar del mal aspecto que tiene la verruga, su aparición en el cuerpo es indolora. Se trata de formaciones que pueden llegar a ser planas o elevadas y que se registran en cualquier zona recubierta por piel.

El término verruga también se emplea dentro del contexto naturalista. Así pues, se afirma que es un abultamiento que la acumulación de savia produce en la parte externa de ciertas plantas.

El vocablo verruga, suele decirse de manera metafórica en algunas ocasiones. Sirve para designar a las personas o cosas que son molestas y de las que es muy difícil librarse.

Curación de la verruga en la antigüedad

Ciertos escritos refieren la importancia que tienen las palabras a la hora de la curación de algunos males como la verruga. Desde épocas muy antiguas, existían curanderos que atendían a las personas y eran capaces de detectar cuál era el padecimiento que les afectaba.

Se hace referencia al perrón, un poder específico que servía para quitar cualquier clase de verruga que se posase sobre la piel. Por supuesto que, la historia afirma la veracidad de las palabras sanadoras al momento de erradicar por completo cualquier tipo de enfermedad que sufriesen los seres humanos.

El poder de la palabra y su sanación se recalca en ciertos pasajes de la Biblia. Más de un versículo indica la capacidad de curación del verbo. Esto podemos verlo por ejemplo en el libro de los salmos, cuando se afirma que el señor sanó y liberó de muerte a varias personas a través de los sonidos emitidos de su boca.

La verruga y los milagros en el evangelio

Sabemos, por medio de las historias del Nuevo Testamento, todas las obras que Jesús realizó en su vida. En la sección de milagros, se hace referencia a la eliminación de verrugas, pero también de otros padecimientos más significativos para los hombres.

A través de las cosas que hizo Jesucristo, sabemos que es indiscutible el poder sanador de las palabras en sufrimientos tan pequeños como una verruga, y otros grandes en el caso de la expulsión de demonios.

En la actualidad existen diversos tratamientos para curar tal clase de afecciones, sin embargo, no dejemos de creer en el poder curador de Jehová.

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