Velo significado bíblico
Definición. El significado bíblico de velo se refiere a que toda mujer que ora o profetiza debe hacerlo con la cabeza cubierta. Esto se relaciona con las referencias bíblicas que dicen que una esposa judía se cubre frente a los hombres en señal de humildad. Por ejemplo, el pasaje de Génesis 24:65 proporciona evidencia del ocultamiento de una mujer judía.
Vídeo sobre el significado bíblico de Velo
En este fragmento vemos como Rebecca cubrió su rostro con un velo mientras se acercaba a su futuro esposo, Isaac. Las mujeres en la Iglesia Cristiana también deben mantener la costumbre de cubrirse cuando el Señor del templo, Cristo, se acerca. La biblia dice que si la mujer no usa el velo, deberá cortarse el cabello, y si esto es vergonzoso, entonces mejor que se cubra.
La iglesia de Corinto no entendió ni cumplió de forma rápida con este mandato. Por lo que Pablo en 1 Corintios 11 explica en detalle lo que significa esta señal para una mujer cristiana en relación con su cabeza y Cristo. En consecuencia, estudiemos estas instrucciones que se encuentran en el siguiente pasaje de la Biblia.
El velo según corintios
En 1 Corintios 11, leemos el próximo decreto: Cristo es la cabeza de todo varón, y él la de cada mujer. Esto es lo que Pablo nos enseña en la sagrada escritura. Ya que este decreto se basa en el hecho básico de que la cabeza de una mujer es un hombre, y la de él es Dios.
De acuerdo con el mandato de Jesucristo, los hombres y las mujeres desempeñan un papel diferente. Esto se debe a que cada uno puede servir con mayor eficacia si está en el lugar que le corresponde. Mirando a los humanos y animales, vemos esa naturaleza que reconocen al orden divino que estos versos enseñan.
La relación entre un hombre y una mujer representa la correlación de Dios y su pueblo (Efesios 5:21-33). Por lo tanto, no encubrir es un insulto a tu cabeza porque demuestra que eres desobediente a Cristo. También es una ofensa al hombre, ya que refleja que ella no respeta la posición del varón en el mandato de Dios.
Es un insulto a Cristo cuando los cristianos se reúnen para adorarlo y las mujeres no se cubren la cabeza. También es una falta a los hermanos, puesto que el velo da testimonio de que las damas son lo primero, como Dios les ordenó. De esta forma, las mujeres cristianas que cumplan con la norma tienen el privilegio de adorar (oración y profecía).