Ventana significado bíblico
Definición. El significado bíblico de ventana generalmente hace referencia a la apertura que se deja en las paredes de los aposentos a cierta distancia del suelo. Estas pueden abrirse y cerrarse mediante el uso de postigos y celosías, y en general poseen barrotes de madera empleados para proteger contra los delincuentes.
En tiempos bíblicos, se usaban como cortinas pieles y cueros de animales, las cuales se trabajaban para dejarlas más delgadas. De esta forma, los que se encuentren dentro del lugar tenían más privacidad si no deseaban miradas intrusas dentro de sus hogares.
La ventana posee dos funciones principales, una de ellas es permitir que quienes se encuentren dentro del lugar puedan mirar hacia afuera. La otra, por su parte, permite que la luz exterior brille en el interior del lugar e ilumine el espacio.
El término ventana en la Biblia aparece por primera vez cuando Dios le dice a Noé que debe colocar una ventana al arca. La cual se ubicaría junto a la puerta del arca y estaría de manera elevada para que Noé pudiera ver hacia el cielo.
Ventanas simbólicas
Se puede decir que la Biblia representa una ventana en la que podemos mirar hacia afuera o dejar que entre la luz. Es decir, por medio de esta ventana, cuando 'Miramos hacia afuera' donde se encuentra la sabiduría y palabra de Dios, observamos cómo él desea que le sirvamos.
Cuando dejamos que 'Entre la luz del exterior', permitimos que enseñanzas de la palabra de Dios nos inunden la mente y se alojen en nuestro interior. Y de esta manera, hacer feliz a Dios llenándolo de dicha al vivir una vida tranquila basada en la verdad de su palabra, el amor y la obediencia.
Por otra parte, también se puede decir que debemos abrir las ventanas de nuestro ser a Dios, hace referencia a abrir nuestro corazón para servirle. Aunque, cuando se tienen las ventanas del corazón abiertas pueden colarse sentimientos que nos dañen y hagan flaquear nuestro amor a Dios.
Es por ello que se necesita que Dios nos otorgue la sabiduría necesaria para poder cuidar la casa que nosotros mismos somos. Cuando nos entregamos desde el alma a Dios, él nos guía y alerta por medio de la Biblia sobre aquello que no nos conviene. Ya que podría afectar nuestra relación con él, al igual que también podría afectar nuestra vida espiritual e incluso física.