Tisis significado bíblico

tisis

Definición. El significado bíblico de tisis, es enfermedad relacionada con la tuberculosis que afectaba de manera contundente la salud de los hombres. Es por ello, que producía un cansancio crónico, desgaste corporal y calentura en todo el cuerpo.

Por su parte, la tisis también perjudicaba el buen funcionamiento de los pulmones y en ocasiones, hacía que aparecieran pústulas en la piel. Las cuales, podían inflamarse y llenarse de pus, dependiendo del grado de la enfermedad del individuo.

Vídeo sobre el significado bíblico de Tisis

https://www.youtube.com/watch?v=D3j0yGOsGMI

Causas de la tisis

En los tiempos antiguos, no existían médicos que se especializaran en la investigación de las nuevas enfermedades que afectaban al pueblo. Es por ello, que los datos que dieron a conocer respecto a la tisis, se asocian con una bacteria que ataca los pulmones. En esa época, no había tratamiento ni métodos que ayudaran a las personas a curarla o prevenirla.

Asimismo, se decía que la tisis podía transmitirse a través del aire, entre el contacto de las personas sanas y las afectadas. Sobre todo, cuando caían pequeñas gotas que emitían los enfermos al toser o estornudar en espacios cerrados.

Síntomas de la tisis

Una vez que la persona se contagiaba de tisis, su sistema inmunitario comenzaba a debilitarse. Si bien algunos eran fuertes como para eliminar estas bacterias con sus propias defensas, otros se caracterizaban por tener un organismo inmaduro. Un aspecto que se veía más que todo en los niños y en los ancianos.

Así pues, los síntomas más sobresalientes de la tisis eran fiebre elevada, sudores, temblor y una tos incesante. De hecho, algunas personas podían perder pesos y lucir un aspecto demacrado a causa de la enfermedad.

La tisis y el castigo divino

Durante los tiempos bíblicos, comenzaron a aparecer afecciones como la sarna, la tuberculosis y la tisis. Las cuales, estaban ligadas con castigos procedentes del Señor por los pecados de los hombres. Es por eso, que hay pasajes en donde podemos observar que el tizón, las inflamaciones y otras enfermedades podrían perseguirlos hasta el día de su muerte por ser desobedientes.

Aunque pasaron los siglos, la tisis y otros de los padecimientos que se describieron en las sagradas escrituras aún siguen vigentes. Algunas de ellas ya existían en los tiempos de Cristo y muchas personas se curaron gracias a su divinidad y a los miles de milagros que realizó. Sin embargo, Dios ya no condena a los hombres por sus pecados a través de este tipo de enfermedades.

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