Tel-mela significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Tel-mela, es lugar de Babilonia que en la actualidad no puede identificarse en las santas escrituras. Se dice que allí regresaron algunos de los exiliados que no pudieron probar su ciudadanía. La traducción del término quiere decir colina, loma o montón de sal.
En el libro de Esdras encontramos una cita de Tel-mela, donde se le menciona con Tel-harsa, Querub, Addán e Imer. Hubo varones aquellos que no pudieron demostrar la casa de sus padres, luego de retornar a los sitios en los que, según ellos, nacieron.
Tel-mela y los que retornaron con Zorobabel
Los capítulos del viejo testamento dan cuenta de un evento en el que los hijos de la provincia que subieron del cautiverio, volvieron a Jerusalén y a Judá. En el inicio, se encontraban en manos de Nabucodonosor, el rey de Babilonia, que les gobernó durante un tiempo.
Pese a esos eventos, Jehová dictaminó que cada uno de estos hombres retornaría a sus sitios de destino, como en el caso de Tel-mela. Entre estos varones estuvieron personajes sobresalientes. Por ejemplo, Jesúa, Mardoqueo, Mispar, Rehum o Baana.
En los versículos que citan a Tel-mela, encontramos el número de los varones del pueblo de Israel que se distribuyeron de acuerdo a sus casas de familia. Con ellos iban los sacerdotes, levitas, sirvientes del templo y los hijos de los siervos del rey Salomón. Entre esos se contó un total de trescientos noventa y dos.
Los que subieron de Tel-mela
En una sección específica de la Biblia, se habla de los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Addán e Imer. Los varones de estas poblaciones no pudieron demostrar su origen, linaje y la casa de sus padres que les representaban.
Es así como se nombran a los de Tel-mela con los hijos de Delaía, Tobías, Necoda y otros. Entre esos grupos también estaban algunos de los descendientes de los sacerdotes, a ciertos de ellos se les excluyó porque no pudieron demostrar su procedencia.
¿Qué sucedió después con los de Tel-mela?
A pesar de que estos personajes que eran originarios de Tel-mela no pudieron dar cuentas de su linaje, toda la congregación se contó como un solo hombre. El total de ellos fue de cuarenta y dos mil trescientos sesenta, allí no se incluyeron a los siervos, los cantores y los animales como los caballos, camellos y asnos.
Otro suceso característico de esa época, fue que los hijos de Dios realizaron ofrendas voluntarias para el templo.