Susa significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Susa, es nombre de una de las ciudades de los babilonios, capital del imperio de los persas. Figura en los relatos del antiguo testamento, como aquellos de Ester en donde tiene cabida el rey Asuero.
La historia nos indica que cuando Ciro fundó el imperio persa, elevó a Susa al rango de capital. Compartió ese honor con Babilonia y Ecbatana. Cuando Alejandro Magno dio sus pasos por allí, hizo muchas cosas y una de ellas, fue quedarse con los tesoros que existían en la ciudad.
Susa fue protagonista de varios encuentros, uno de ellos, se llevó a cabo de la mano de Antígono, quien la tomó para ejercer su poder. Sin embargo, llegó a caer en la decadencia, antes de que la invadieran los musulmanes.
Las excavaciones en Susa
Sabemos que Susa se localizó sobre el Karkeh, del que se dice estaba a pocos kilómetros del golfo pérsico. A lo largo de los años, la ciudad viene generando intriga en diversos excavadores e investigadores. Los que se interesan de manera especial por su historia y en cómo vivieron sus habitantes.
En Susa, existen ruinas y un conjunto formado por una serie de Tells que se explotaron a lo largo de numerosas expediciones, una de ellas, fue la de los franceses. Cerca de allí, se encontró el palacio real, que se decoró de manera hermosa con ladrillos esmaltados en numerosos colores y bellos motivos.
Apariciones de Susa en la Biblia
La primera mención de Susa en las sagradas escrituras la encontramos en el libro de Ester. Allí se instauró el palacio real, en el que se llevaron a cabo numerosas fiestas y banquetes proclamados por parte del Rey Asuero.
Apreciamos el término Susa en uno de esos episodios, donde se nos narra la historia del desafío de la reina Vasti a su esposo Asuero. Ese hombre era muy poderoso, ejercía su mandato sobre ciento veintisiete provincias.
Hay que destacar que el trono de este personaje se encontraba en Susa, capital del reino. En el tercer año de su gobierno, realizó un banquete en el que invitó a sus cortesanos, gobernadores y príncipes de provincias.
El rey quiso demostrar en Susa, que era uno de los varones más poderosos. Deseaba que todos apreciaran la gloria de su reino y la magnificencia de su período de mandato. Sin embargo, su esposa le desafió al no querer mostrarse ante sus invitados, lo que se creyó que era una falta de respeto.