Soba significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Soba, es región que se localizó en Siria central, quizá estuvo entre Damasco y Hamat. En ocasiones, este sitio bajo el dominio de un rey, los datos que se arrojan no son precisos.

Hadad-ezer y Soba

La Biblia nos enseña que existió un rey antiguo que sufrió la derrota por David dos veces, su nombre fue Hadad-ezer. Él ejercía su poder en el estado arameo llamado Soba. Se trató de un líder y gobernante de alto dominio que instauró su política dentro del grupo de habitantes de tal localidad.

Este funcionario de Soba, se caracterizó en vida por ser uno de los enemigos más íntimos a los que David tuvo más temor. En ese entonces, se llevó a cabo una batalla cuando Hadad-ezer quería recuperar el territorio que se encontraba en el Éufrates.

El reinado de Hadad-ezer fue uno de los más sólidos de Soba, por eso, no dudó en salir al campo de batalla en compañía de sus hombres de guerra. Sin embargo, David le derrotó, tomando a todos sus carruajes y las cosas que llevaban.

Menciones de Soba en la Biblia

Aparte del episodio de Hadad-ezer, encontramos en 1 Samuel 14:47 lo siguiente 'Después de tomar posesión del reinado de Israel, Saúl hizo guerra a todos sus enemigos en derredor. Contra Moab, los hijos de Amón, Edom, los reyes de Soba, y también con los filisteos. Y adondequiera que se volvía, era vencedor'.

Como observamos, se habla de diversos personajes que ejercieron su poder en Soba, reyes de los que no se especifica sus nombres. Esto quiere decir que quizá hubo más de un reino o gobernantes que llegaron al poder de manera sucesiva en aquella región.

La gente de Soba fue persistente en su enemistad con el rey David, ya que, no solo pelearon en contra de Saúl, como se recalca en el pasaje bíblico. La cuestión es que ambos lucharon con sus fuerzas, en todas partes, alcanzando el triunfo en la gran mayoría de las batallas.

Soba y las enseñanzas de las escrituras

Podemos tomar el ejemplo de los siervos de Dios que jamás se rindieron al entrar a la guerra en contra de sus enemigos. A pesar de que los reyes de Soba les infundían gran temor, David y Saúl se regocijaron en el espíritu del señor. Nunca dudaron de que les concedería los triunfos que quedaron plasmados en la Biblia.