Hadad-ezer significado bíblico

hadad ezer

Definición. El significado bíblico de Hadad-Ezer, es rey a quien David derrotó en dos ocasiones. Su periodo de mandato se dio en el estado arameo de Soba, ubicado en la localidad de Siria y al nordeste de Damasco. La palabra, viene del hebreo Hadarezer y se traduce como el Dios poderoso o que concede su ayuda.

Vídeo sobre el significado bíblico de Hadad-ezer

Por su parte, a Hadad-Ezer se le dio el título de gobernante durante la época en la cual reinó. Asimismo, fue uno de los enemigos más temidos de David. Lo que, se hizo evidente cuando se quiso establecer al pueblo de los israelitas en el Éufrates.

En cuanto a su linaje, sabemos que Hadad-Ezer fue descendiente de Rehob. De igual forma, su reinado fue uno de los más sólidos de Soba.  Puesto que, contaba con mucho poder y dominios que se expandían hasta la región de Mesopotamia.

Hadad-Ezer y la batalla con David

Por esos días, el rey Hadad-Ezer pretendía recuperar el territorio en el Éufrates. Es por ello, que se fue a la batalla en compañía de sus hombres para que le ayudasen. Sin embargo, David le derrotó y tomo en posesión no solo los carruajes que llevaban, sino también, a varios de sus hombres. Sin dejar de lado, los objetos de oro que traían con el fin de protegerse.

A pesar de que los sirios se acercaron para conferirle su ayuda a Hadad-Ezer, también les derrotaron. Incluso, a un general poderoso a quien conocían como Sofac. Es por ello, que luego de la contienda, David se trasladó hacia Jerusalén e hizo pacto de paz con quienes venían desde Damasco y que cayeron enfrente de Israel.

Y es que, David tomó mucho botín proveniente de Hadad-Ezer con el fin de ofrecerlo en ofrenda hacia el Padre Celestial. De hecho, en el Antiguo Testamento se registran dos eventos más en los que figuran batallas entre el rey de los israelitas y Hadad-Ezer. En consecuencia, sus aliados dejaron de servirle.

Simbolismo del enfrentamiento de Hadad-Ezer

Hoy en día, los cristianos toman como ejemplo la batalla entre David y el rey de Soba. Pues, a pesar de que se armó bien y tenía soldados o jinetes en su infantería, perdió bajo el poder de Dios. Es por eso, que existen enemigos espirituales que pretenden derrotarnos, pero si dejamos todo en las manos del Altísimo, seremos salvos.

Es importante pelear la contienda de la fe y el único secreto que nos ayudará a ganar en la mayoría de los casos, es ser buenos hijos del Señor.

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