Sedimento significado bíblico

sedimento

Definición. El significado bíblico de sedimento, es nombre que se aplica a los materiales sólidos que se acumulan encima de la superficie terrestre. En el contexto sagrado, el término se corresponde con los restos que quedan de la borra del vino.

El sedimento en el terremoto anunciado en la profecía

Las escrituras refieren al sedimento dentro de un fenómeno de la naturaleza que se revela en el libro de Amós. Allí el profeta anuncia una predicción en donde dice que el terremoto de Jehová rugiría desde Sión hasta Jerusalén, para que así se oyera su voz.

Este evento sísmico representó un suceso real y así lo confirman los geólogos. Ellos alegaron que había sedimento en el suelo del mar muerto, lo que sirvió como indicativo de lo que aconteció derivado de la profecía del señor.

Los arqueólogos manifiestan que el sedimento y los escombros se encontraron en seis lugares distintos. Había murallas con sillares rotos e hileras conformadas de piedras que no se posicionaban en su sitio de origen.

El sedimento en el vino

El sedimento es la materia que reposa en el fondo y que se relaciona de manera específica con los líquidos como el vino. Una vez que se le envasa, su sabor adquiere mayor fuerza y se potencia al múltiple. Sin embargo, es fundamental realizar un proceso de filtrado antes de servirle con la finalidad de erradicar por completo la borra que queda.

Se dice que el sedimento en el vino se causaba por medio de las especias que se colocaban en las vasijas en las cuales se les conservaba durante un largo periodo de tiempo. Estos formaban parte de las mejores cosechas del oriente.

Al sedimento también se le conocía como las heces del vino, de modo coloquial. Gracias a ello, adquiría un olor estupendo, destacable del resto de las producciones líquidas que se llevaban a cabo por la época.

Importancia del sedimento en la Biblia

En numerosas ocasiones, la palabra sedimento se emplea como ejemplo de la bondad y la generosidad que Dios tiene para los miembros de su pueblo. Representa un simbolismo de la prosperidad y abundancia de una nación entera.

Cuando alguien poseía vinos con sedimento, se le consideraba una persona de alto estatus que vivía en un país rico. Este mismo descansaba sobre una gran seguridad proporcionada de manera principal por Jehová.

Los pasajes de las escrituras nos dicen que el vino puro se otorgaba en modo de señal de bendiciones y prosperidad para quienes hacían el bien y se regían por la justicia.

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