Sedequías significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Sedequías, es líder o rey que hizo caso omiso de lo que predijo Jeremías a través de la palabra de Dios. Su vida tuvo relación estrecha con Gemarías, otro de los príncipes que se mencionan a lo largo del antiguo testamento.

Sedequías se rebeló contra Nabucodonosor y a causa de ello, la ira de Jehová se encendió en su lado. Su reinado no fue digno de tomar, porque el día que el hambre asoló a la ciudad, él decidió desampararles huyendo hacia Jericó. El significado del término quiere decir el señor es mi justicia o rectitud de Dios.

Sedequías y los voceros

En los pasajes del primer libro de los reyes se menciona a Sedequías por ser el hijo de Quenaana y por ejercer su poder cuando tan solo tenía veintiún años de edad. Nabucodonosor fue quien le colocó en el trono y tales cosas tuvieron lugar el día que Josafat descendió al gobernante de Israel diciéndole que le acompañase en la pelea contra Ramot de Galaad.

En estas circunstancias, era importante consultar la palabra de Jehová de la mano del grupo de los profetas. En este capítulo se dice que Sedequías se hizo unos cuernos de hierro y les dijo que con ellos acornearían a los sirios hasta acabarles. Al parecer, la profecía representaba buenos augurios porque el señor les entregaría a sus enemigos y a su ciudad para que la tomasen.

Más adelante, Micaías terminó de revelar cosas, pero estas no eran positivas y no tenía buena relación con los hombres. Entonces, Sedequías se le acercó y le golpeó en la mejilla, al final, el profeta comentó que el pueblo solo conseguiría la derrota y se llevaría a cabo la muerte de Acab.

El reinado de Sedequías

Nabucodonosor fue el hombre que colocó a Sedequías en el poder y lo confirmó como el nuevo rey de Judá. Su propósito era que se sometiera a los designios de Babilonia, por lo tanto, seleccionó a uno de los tíos de Joaquín, quien era hermano de Joacim.

Sedequías heredó una ciudad que se encontraba en terribles condiciones, puesto que, muchas de sus tierras se debilitaron y ya no contaba con personal experimentado. Además, de los pocos sobrevivientes que quedaban, la gran mayoría se dedicaba a emitir profecías falsas, por lo que no contaban con la confianza de los que por aquella época necesitaban el consejo o las palabras de Dios.