Sebanías significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Sebanías, es nombre de varios personajes del antiguo testamento. En primer lugar, se trató de un Sumo sacerdote al que designaron para que tocase la trompeta en los días de David.

Los sucesos que involucran a Sebanías acontecieron cuando se trajo el arca a Jerusalén, tal como se refiere en el libro de las crónicas. Todo ocurrió porque el rey deseaba conseguir un lugar en el cual levantar una tienda y rendir culto a las cosas que Dios hizo por aquellos tiempos.

Si bien la tarea de llevar el arca se dio a los levitas, David congregó a Sebanías y a todo Israel para delegar sus funciones. Es por eso, que había cantores con instrumentos de música, tales como salterios, arpas, o címbalos, aunados a las voces que se alzaron con alegría a modo de alabanza.

A Quenanías se le asignó el papel principal en la música, porque era quien tenía que encargarse de dirigir el canto, debido a sus grandes conocimientos. A su lado estuvieron los sacerdotes como Sebanías, Josafat, Amasai, Zacarías y otros que tocaron las trompetas frente a la tienda en la que se posicionaba el arca del Señor.

Sebanías, el que guio al pueblo en la alabanza a Dios

Sebanías también fue el nombre de uno de los levitas que se registra en el libro de Nehemías. Estuvo presente el día en el que Esdras confesó los pecados que cometió el pueblo de Israel. Por aquellos días, muchos de los hombres tomaron para sí mujeres extranjeras e hicieron otras iniquidades en la casa de sus padres.

En este sentido, todos los de la congregación, incluyendo a Sebanías, se colocaron de pie en su lugar y comenzaron a leer el libro que establecía las leyes de Jehová. Poco después, se confesaron y sintieron gran culpa por los actos de maldad que cometieron. Entre ellos también estaban otros como Jesúa o Bani.

Sebanías y los que subieron con Zorobabel

Hay que señalar que Sebanías fue uno de los levitas que estuvo entre los pactantes el día en el que subieron con Zorobabel para librarse del exilio. Allí se incluyeron a los príncipes de los sacerdotes y a todos los hermanos que se encontraban con ellos según su ministerio. Sin dejar de lado a quienes oficiaban los cantos de alabanza.

Estos personajes comenzaron a engendrar hijos de los cuales muchos se convirtieron en jefes de familia, como lo fue el caso de Sebanías, Joiacim, Eliasib, entre otros.