Quiriat-huzot significado bíblico

quiriat huzot

Definición. El significado bíblico de Quiriat-Huzot, es una ciudad que perteneció al territorio de Moab. La mayoría de sus registros se nos muestran en el libro de los Números. Sin embargo, hasta la fecha no se precisa una ubicación exacta respecto a donde se encontraba.

No obstante, uno de los méritos más relevantes que se tienen sobre Quiriat-Huzot, es que se le asignó a Moab como parte de su heredad. En cuanto al significado del término, tenemos que puede provenir del hebreo Qiryath jutsôth que en español se traduce como ciudad de calles.

Vídeo sobre el significado bíblico de Quiriat-huzot

Quiriat-Huzot y la maldición a los hijos de Israel

En los días de la antigüedad, el pueblo de Israel acampó en el territorio de Moab, es posible que en Quiriat-Huzot, pero sentían gran temor de ciertos personajes de la época. Pues, existió un hombre llamado Balac que era rey y que se dio cuenta de las cosas que le hicieron a un amorreo.

Es por eso, que Balac envió mensajeros a Balaam con el fin de que lo trajesen. La razón es que, deseaba que él le profanara maldiciones al pueblo que salió de Egipto.

Así podemos verlo en algunos pasajes de la Biblia en donde se nos indica que tenía la potestad para bendecir u otorgar castigo a los otros.

En este sentido, Balac manifestó que el pueblo de Israel era mayor en número y más fuerte de lo que se imaginaba. Pese a ello, pretendía herirlo y echarlo de su tierra, más no se sentía seguro de sus capacidades. Es por eso, que prefirió pedir ayuda para que le maldijesen.

Balaam y los príncipes de Moab

Cuando Balaam supo que le llamaban, enalbardó su asna y quiso dirigirse con los príncipes de Moab para comentarle dicho suceso sabia que hacia bien, pues sabia que a Dios le causaba gran molestia eventos de este tipo.

Sin embargo  Dios no permitió que llegase allí y decidió enviar a un ángel para que se le atravesara en el camino.

Pese a ello, Balaam notó que su asna no quería moverse y le propició varios golpes para que así lo hiciera. Él no era consciente de que el ángel de Jehová se hallaba presente.

Así pues, el Señor abrió los ojos de este personaje con el fin de que notase lo que estaba ocurriendo en el camino.

De tal modo, se le expresó que sus pasos eran perversos ante Dios y Balaam mostró sincero pesar y reconoció sus pecados.

A la vez, el Altísimo le mandó acudir a los príncipes de Balac, pero diría solo las palabras que él le digiera. Y así se encontraron ambos hombres en Quiriat-Huzot.

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