Quijada significado bíblico

quijada

Definición. El significado bíblico de quijada, es parte del cuerpo de los humanos y animales que contiene dientes. Está cerca de la mejilla y se conforma por músculos y carne que se posiciona sobre los huesos.

La quijada y las ofrendas sagradas

Esta palabra aparece en el siguiente versículo de Deuteronomio 18:3. 'Y este será el derecho de los sacerdotes del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darán a él la espaldilla, las quijadas y el cuajar.'

De este modo, vemos que la quijada como parte de los animales destinados al sacrificio se tomaba en cuenta. Todo ello, al igual que otras zonas del cuerpo que eran relevantes y que representaban la adoración hacia el Señor.

Gracias a ello, los hijos de Israel podían tomar diversos animales como machos cabríos, becerros y corderos sin defecto para quemar en el holocausto.

Mientras que, los bueyes y carneros también se consideraban al ofrecer un tratado de paz hacia Dios.

Sin embargo, existían otro tipo de ofrendas que iban más allá de las partes del cuerpo de los animales, como la quijada.

Ya que, las personas mezclaban aceite con cereal con el propósito de invocar la presencia de Jehová y de este modo, pedir la redención de sus almas. Además, estos principios los instauró Moisés en los tiempos en los que vivió.

La quijada y el enfrentamiento de Sansón

Por otra parte, la Biblia nos muestra este término en una batalla que llevó a cabo Sansón con el grupo de los filisteos. En aquellos tiempos, salió al enfrentamiento blandiendo una quijada de asno que se encontró tirada en el suelo.

Sin embargo, aún era fresca y con su empleo, derrotó a más de mil hombres que estaban en combate.

Por supuesto que, Sansón le dio muerte a cada uno de ellos y se le reconoció en la Biblia por su valentía al ser capaz de derrotarles sin ninguna otra arma más que la quijada del animal.

Después de la derrota

Luego de que Sansón obtuvo la victoria, al lugar de su gesta le colocó Ramat-lehi en honor a la quijada que empleó al acabar con sus enemigos.

Sin embargo, se sentía agotado por su desempeño y clamó a Dios para que le concediera un poco de agua. Entonces, el Señor le escuchó y bendijo abriendo una cuenca de la que abundó el líquido vital.

Asimismo, Sansón recobró su espíritu y su ánimo retornó a su cuerpo, y siguió sirviendo a la voluntad de Jehová hasta el resto de sus días en la tierra.

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