Plaza significado bíblico

plaza ciudad

Definición. El significado bíblico de plaza, es una parte de la calle que se encontraba a lo largo de las ciudades de la antigüedad.

Su construcción era muy diferente a la que conocemos en la actualidad. Dado que, se trataba de un ensanchamiento que se posicionaba antes de las murallas. Por ende, tal área no era tan abierta como sucede hoy en día.

Asimismo, cuando se construía alguna plaza, se hacía todo lo posible por aprovechar y distribuir los espacios al máximo.

Siendo este un sitio en el que se reunieron diversos personajes que aparecen en las escrituras. Uno de ellos, fue Esdras, quien hizo dos viajes a Jerusalén y se puso en una de ellas durante su estadía.

Actividades en las plazas

Sabemos que la plaza se encontraba entre calles estrechas en las que se llevaban a cabo todo tipo de cosas. Una de las más sobresalientes, fue el intercambio comercial, en donde las transacciones de dinero eran preponderantes.

Así como, la celebración de los mercados en los que sobresalía la harina y la cebada que valían entre uno y dos siclos.

Por otra parte, en Rut 4:2, vemos un evento importante que se relaciona de manera directa con la plaza y se expresa de la siguiente forma.

'Entonces él tomó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos le obedecieron'.

En este sentido, la plaza giraba en un entorno en el que se celebraban diversas reuniones bajo la luz del día. Funcionando así como el lugar de los asuntos públicos y de carácter social.

De hecho, existen textos bíblicos en los que se le menciona y se hace referencia a ceremonias de bodas y otros acontecimientos de relevancia.

Los castigos en la plaza

Hay que acotar que la plaza también fue un sitio en el que los hombres sufrían cierto tipo de condenas públicas.

En el libro de Jeremías, se nos comenta respecto a los azotes que le propició Pasur allí. Se pueden ver casos similares de personajes que se reconocieron en su época.

De igual modo, la plaza era un lugar por el que era mejor transitar de día. Ya que, por la noche, era necesario cargar con una antorcha que iluminara los pasos de los hombres.

De hecho, se decía que no podían realizarse procesiones si no era de esta manera. Puesto que, se trata de una prohibición que era importante acatar.

Subir