Crucifixión significado bíblico
Definición. El significado bíblico de crucifixión se refiere al castigo o máxima pena otorgada a los prisioneros como forma de pagar por los crímenes cometidos. A lo largo de la historia, nos encontramos con sanciones corporales bastante perturbadoras, aplicadas a criminales o enemigos de la corona.
La crucifixión consistía en clavar del condenado a muerte, un madero frente a todo el pueblo. Así causaban terror a quienes osaran cometer algún crimen que afectara a quienes estaban en el poder.
Este modo de castigo era bastante común, al igual que el ahorcamiento que se usaba para exhibir en la plaza a los ejecutados. De la misma manera, como eran mostrados los empalados, a quienes les atravesaban el madero por el torso, para sembrarlos en la tierra y causar terror.
Crucifixión de Jesús
La forma de juzgar a Jesús, desde el inicio estuvo lleno de injusticias, nos relatan las escrituras que su juicio fue hecho en la madrugada. Luego de ser vendido por Judas Iscariote, fue juzgado por el Sanedrín, para luego ser trasladado ante Pilatos. Este remitió el caso a Herodes Antipas, quien de inmediato devuelve a Pilatos.
Sabemos que Pilatos, para lavarse las manos, simuló que la decisión de crucificar a Jesús, había sido decisión de la muchedumbre. Pues, les ofreció liberar un preso, con el fin de que la gente pidiera la libertad de Barrabás y condenaran a Jesús a la crucifixión.
Luego de una ardua tortura, setenta y siete latigazos, Jesús de Nazaret fue obligado a cargar la cruz hasta el lugar de las calaveras. Allí seria crucificado junto con dos ladrones, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Nos cuenta la Biblia, que al llegar al lugar, Jesús fue despojado de su vestimenta y clavado a la cruz. Agujereando sus manos y pies, los clavos lo atravesaron, para sostenerlo al madero durante su fatal agonía. Estando allí, crucificado, Jesús, exclamo las siete palabras que todos conocemos, hasta la hora de su fallecimiento.
Crucifixión como símbolo de amor y redención
Dios, nuestro Señor, envió a su hijo a la tierra para que muriera por nosotros, siendo condenado a la crucifixión. La forma más vil y dolorosa de morir, humillado y vejado frente a la multitud.
No obstante, este fue el sacrificio para lavar nuestros pecados, ya que Jesús murió en la cruz por nosotros. Entonces, se convirtió en el mayor símbolo de amor y redención para la humanidad. Así sembró en nosotros su palabra, sus enseñanzas y la prueba del cumplimiento de sus promesas de vida eterna.