Ofrenda de libación significado bíblico

Definición. El significado bíblico de ofrenda de libación, es dedicatoria destinada a Dios en la que se derramaban sustancias líquidas como el agua, vino o aceite. Simbolizaba a una persona que se entregaba de modo pleno a la voluntad del señor.

Al igual que la ofrenda mecida, la de libación consistía en ofrecer algo de importancia en favor de la adoración al Altísimo. En este primer caso, el sacerdote colocaba sus manos debajo del de las personas y mecía de un lado a otro los sacrificios.

No es un secreto que la ofrenda de libación y las demás del Antiguo Testamento, demostraban su relevancia para el soberano del universo. El señor se contentaba cada vez que sus hijos realizaban este tipo de actos voluntarios, por eso, les bendecía en gran manera.

La ofrenda mecida en el evangelio

Pablo fue uno de los que escribió respecto a la ofrenda de libación. Habló del derramamiento de los sacrificios y el servicio de la fe de los hombres hacia Jehová.

Conviene señalar que la palabra ofrenda de libación se relacionaba de modo directo con el término sacrificio. Cuando pensamos en el señor de esta manera, vemos su entrega a Dios al perder su vida por la nuestra.

Algunos autores refieren que Cristo derramó su ser hasta la muerte como si se tratase de una ofrenda de libación. Podemos apreciar que dio todo de sí mismo con la finalidad de cumplir los propósitos del padre y darle una nueva esperanza a la humanidad, para que se salvase del castigo eterno.

La ofrenda de libación en el antiguo testamento

A lo largo de las líneas de la Biblia encontramos el ejemplo de Jacob que realizó una ofrenda de libación a Dios. El acto consistió en derramar aceite sobre una piedra, justo después del momento de que el señor se comunicó con un mensaje importante para él.

Podría decirse que la ofrenda de libación del Antiguo Testamento, tiene relación con el Evangelio. La razón es que, el hecho de echar aceite encima de una piedra, representa abundancia, lo que señala lo grande que fue el sacrificio que Jesús hizo por nosotros.

Fueron muchos más los personajes del Antiguo Testamento que efectuaron la ofrenda de libación. No cabe la menor duda de que el señor les recompensó a través de sus múltiples e infinitas bendiciones. Recordemos que para Jehová era grato el hecho de que le adorasen de manera voluntaria.