Mina significado bíblico
Definición. El significado bíblico de mina, es unidad de peso concerniente a una moneda de la Grecia antigua. Su valor equitativo era de 100 dracmas.
La palabra mina también se emplea para designar al conjunto de huecos en los que es posible explotar ciertos minerales en yacimientos de diversos tipos. Vemos este término en relación con la ciudad de la sal y la desolación perpetua que le azotaría por declaración del señor de los ejércitos.
La mina en la Biblia
Las referencias bíblicas que se encuentran respecto a la mina, consisten en principio en catalogar a una medida de peso monetaria. En los pasajes de Ezequiel se nos indica que equivalía a sesenta siclos, pero algunos le confieren el valor de cincuenta.
Se dice que en Tell Beit Mirsim se encontraron ocho minas de cincuenta siclos cada una, lo que se corresponde con un total de cuarenta pesas. En este sentido, las escrituras de los hebreos le dan un valor de cincuenta siclos, el equivalente a 570 gramos.
En esa época antigua había mina de oro y de plata. Es difícil calcular su valor actual. Se cree que existieron dos clases diferentes, que contaban con cifras que no eran iguales.
Se habla de la mina real y la común en algunas líneas de la Biblia. Ciertas de ellas se corresponden con las anécdotas del segundo libro de Samuel y otras con los pasajes de Ezequiel. Sin embargo, en Lucas se calcula su valor en 100 dracmas.
Otras menciones de la mina
En Ezequiel 45:10-12 encontramos la siguiente referencia 'Balanzas justas, efa y bato tendréis. Ambos serán de una misma medida: que el primero tenga la décima parte del homer, y la décima el efa. Y el siclo será de veinte geras. Veinte siclos, veinticinco, quince, os serán una mina'.
Como podemos ver, la mina formó parte de las instrucciones que se les dieron a los hombres el día en que se repartieron por suertes las heredades. Había una porción de la tierra que tenía que apartarse para Jehová, porque de ese modo le consagrarían sus hijos.
Se establecieron medidas como la mina y otras semejantes conforme al santuario y el lugar santísimo. Allí también participaron los sacerdotes, los ministros y el personal que se encargaba de los servicios sagrados para el señor.
Tengamos en cuenta que la tierra que se designó a los del pueblo se ubicó en el centro de la nación. Esto representa que solo Dios es el eje de la vida, quien guía nuestros pasos y proceder.