Ciudad de la sal significado bíblico

ciudad de la sal

Definición. El significado bíblico de ciudad de la sal, es una localidad que se posicionó en el desierto de Judá y que se identifica junto con En-gadi. Es posible que se hallara cerca de los límites con el mar muerto o que también se relacionara con Khirbet Qumrân.

Diversos estudiosos alegan, de acuerdo con sus excavaciones, que la ciudad de la sal fue un sitio en el que habitaron varios personajes en los tiempos del antiguo testamento. Asimismo, se afirma que también fue una villa que se adjudicó a los miembros de la tribu de Judá por aquellos días en los que se realizó la repartición de la tierra.

En la actualidad, no se conoce un registro geográfico que sea específico para determinar la posición de la ciudad de la sal. Sin embargo, se sugiere que fue un asentamiento en el que hoy ya conviven diversos pueblos más modernos.

Ciudad de la sal, el territorio de los de Judá

En los registros del viejo testamento se hace mención de las heredades que se repartieron de acuerdo a una de las tribus de los hijos de Israel según sus linajes. Entonces, se enumera cada una de las ciudades, sus límites y extremos hacia las fronteras. Entre las más populares conviene destacar a Adada o Siclag, contando con sus aldeas.

Junto con la ciudad de la sal también se habla de aquellos sitios que se posicionaron en las llanuras cómo Estaol, Zoara o Asena. Sin dejar de lado, las locaciones en las montañas en el caso de Samir, Jatir o Soco. Allí se echaron suertes para determinar qué asentamiento les pertenecería a las diversas familias que integraban parte del pueblo.

Cuando se habla de la zona del desierto, aparece la ciudad de la sal junto con Nibsán, En-gadi y otras seis ciudades con sus aldeas. Sin embargo, hubo jebuseos que habitaron en Jerusalén y los hijos de Judá no pudieron arrojarlos, por lo tanto, tuvieron que morar con los demás hombres por el resto de sus vidas.

Las suertes para los hijos de Dios en la ciudad de la sal

Es innegable el hecho de que el creador buscó el modo más ameno para que se repartieran las heredades y todos sus hijos se sintieran conformes con la parte del territorio que les tocó. Es por eso, que uno de sus métodos consistió en que se echaran suertes y de este modo, se fijará el destino de cada uno de ellos, así los hijos de Judá se quedaron con la ciudad de la sal y nadie se opuso ante tal premisa.

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