Mardikh significado bíblico

mardikh

Definición. El significado bíblico de Mardikh, es nombre que se le asignó a un conjunto de textos que se descubrieron en Ebla. Se trata de un hallazgo importante que se recuperó del Cercano Oriente en el tercer milenio antes de Cristo.

Se cree que Mardikh cuenta con un número de textos bastante variado, así se describe en los descubrimientos de las tablillas, poseen alrededor de mil quinientos cincuenta y siete. Se les define con piezas completas, pero también existieron fragmentos que no lo estaban.

Quizá en la Biblia no se haga tanta referencia a la localidad de Ebla, más desde hace bastante tiempo, se comenzaron a hallar cosas en su zona. Se considera entonces una de las ciudades sirias más relevantes de la época, que al igual que Mesopotamia, permaneció ocupada por largos siglos.

Mardikh y su historia antigua

Mardikh presenta un descubrimiento bastante sobresaliente, siendo un hecho que los investigadores no pudieron pasar por alto. Las circunstancias de su encuentro fueron particulares, dado que, por ese entonces, se llevó a cabo la destrucción del palacio de Ebla. Hubo un incendio que permitió conservar estos textos plasmados en las tablillas.

También se llevaron a cabo otros hallazgos similares a Mardikh en el tercer milenio y estos se compararon. Había tablillas adicionales y una serie de documentos de Ebla.

A lo largo de los años, se presentaron numerosas opiniones respecto al origen del idioma de Mardikh. Algunos afirman que la gente de Ebla manejaba el dialecto semita, pero esto sigue en disputa. Lo que sí es cierto, es que se escribió siguiendo el sistema cuneiforme de Sumer. Hay gente que le considera como cananeo antiguo o acadio.

Nombres divinos mencionados en Mardikh

Los eruditos encontraron en Mardikh diversos nombres con componentes interesantes que aparecen en las tablillas. Existe evidencia de que estos son genéricos y que contienen una caracterización de origen divino.

En los textos de Mardikh se aprecian palabras que conforman diminutivos, es posible que algunos formaran el término Yah, cuya traducción quiere decir exaltado. Se observa en otros casos que muestran sufijos que tratan los nombres de otra clase de divinidades.

Es posible apreciar que, en aquella época, existía evidencia de la presencia de Dios en los pueblos.  Ese conocimiento se preservó en este tipo de líneas que cada vez fueron reduciéndose un poco más y que despierta en el interés de miles de investigadores en todo el mundo.

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