Maestro de la ley significado bíblico

maestro de la ley

Definición. El significado bíblico de maestro de la ley, es oficio que desempeñaron diversos personajes del viejo testamento que tenían un conocimiento profundo respecto a las sagradas escrituras. Estos se encontraban familiarizados con los primeros cinco libros en los que se establecían las ordenanzas de Dios que se dieron a conocer a través de Moisés.

Vídeo sobre el significado bíblico de Maestro de la ley

https://www.youtube.com/watch?v=-surdJscB1Y

El maestro de la ley y Jesús

Sabemos que Jesús transmitió variedad de parábolas y durante el lapso de su vida se referencian diversos personajes entre los que se encuentra el maestro de la ley. Por aquella época existió un varón llamado Teudas a quien se le consideró de este modo porque juntó a un ejército de hombres con la finalidad de dar a conocer sus ideas.

Hay que señalar que el maestro de la ley a veces sobresalía como alguien que no estaba de acuerdo con las erudiciones de los demás. Por ende, era común que le realizaran preguntas capciosas a cristo con la finalidad de colocarle a prueba y ratificar las palabras que enseñaba a quienes le escuchaban.

¿Qué hacía un maestro de la ley?

Al igual que el maestro de la ley, también había otros conductores religiosos a los que se llamaban doctores o escribas. Todos estos tenían un conocimiento profundo de la Biblia y de lo que Moisés estableció de acuerdo a la voluntad de Dios. En consecuencia, velaban para que las demás personas siguieran al pie de la letra tales estatutos.

El maestro de la ley podía ser capaz de reproducir de manera física los textos bíblicos y de interpretarlos según sus parámetros. La idea es que quienes los consultaran estuviesen de acuerdo con los principios del creador y obedecieran las cosas que dejó plasmadas en las escrituras.

Las pruebas que cristo superó y el maestro de la ley

Jesucristo fue uno de los que tuvo mayor contacto con el maestro de la ley, quien en un momento dado le preguntó qué tendría que hacer si quería heredar la vida eterna. Su respuesta consistió en que era importante amar al señor con todo el corazón y con la mente. Lo mismo tendría que hacerse con el prójimo como si se tratase de un igual.

Ese día el maestro de la ley pensó que la contestación era correcta, pero para justificarse le replicó que quién era el prójimo. Es allí cuando cristo le comentó una de sus parábolas, llegando a la conclusión de que era fundamental practicar la misericordia y le invitó a que hiciera lo mismo.

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