Lakís significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Lakís, se le asigna a una ciudad situada en la región de Judá. A unos 24 km al oeste de Hebrón y a poco menos de 50 km al sudoeste de Jerusalén. El terreno posee elevaciones con planicies, rodeadas por montañas. Tenía una vía de acceso que comunicaba a Jerusalén con Egipto.

La ciudad poseía enormes murallas, que la hacían segura ante cualquier amenaza. Sin embargo, esta supuesta protección no impidió que se convirtiera tiempo después en un montón de ruinas. Esto se debió a la desobediencia del pueblo a Jehová. Hecho que los arrojó a los brazos de sus enemigos, haciéndolos vulnerables.

Invasiones sobre Lakís

Aunque se creían fuertes, esta ciudad recibió certeros golpes que con el tiempo la llevaron a la destrucción total. El rey de Siria, Senaquerib, invadió Lakís, y la utilizó como un centro de operaciones militares. Ya que, desde allí, envió a 3 de sus hombres a Jerusalén, para instar al rey Ezequías de que se rindiera.

Estos hechos ocurrieron alrededor del año 732 a.E.C. Pero este asedio no duro mucho tiempo porque el ángel de Jehová dicto la sentencia final. La biblia menciona que mató a 185.000 soldados asirios en una sola noche. Estos sucesos están expuestos en el palacio de Senaquerib en Nínive. Mostrándose el momento en que este se apoderaba de las riquezas de Lakís.

Por otro lado, cuando Jerusalén fue invadida por los Babilonios, antes de ella cayó Lakís. Se tiene certeza de esto por hallazgos arqueológicos. Entre ellas las llamadas cartas de Lakis. Pero luego del cautiverio de Jerusalén por 70 años, muchos judíos ocuparon de nuevo Lakís.

Lakís objeto de profecías

Lakís también es mencionada en la Biblia, cuando el profeta Miqueas, predijo su destrucción. Y esto lo hizo con muchísimos años de antelación. Se cree que el objeto de su sentencia se debió a al abandono de la adoración pura. Y también en que basaron su aplomo en el poderío militar y el apoyo de hombres.

La posible idolatría, por la influencia de naciones paganas y el cifrar su confianza en humanos. Fueron el detonante para que la paciencia de Jehová se agotara. Y nos sirve de ejemplo en nuestros días, ya que vemos las consecuencias que esto le trajo a Lakís. La ciudad amurallada, y llena de esplendor y seguridad para sus habitantes. Pero en realidad no eran nada, puesto que dejaron a un lado la adoración a Jehová.