Luna significado bíblico
Definición. El significado bíblico de luna es el nombre que se le da al principal satélite que se muestra en el cielo por las noches. Es la mayor fuente de luz durante el periodo nocturno, la que acompaña a todos los creyentes en las noches de vigilia.
Vídeo sobre el significado bíblico de Luna
https://www.youtube.com/watch?v=zrWIBpM0-rI
En épocas anteriores, la aparición de la luna servía para hacer la medición del tiempo. Dividiendo los meses según las estaciones lunares. Así mismo, la celebración de pascuas se efectuaba en la primera luna llena de primavera. Otras fiestas también esperaban un determinado estado.
Luna en los textos sagrados
El término luna en la Biblia se utiliza con el fin de representar la lumbrera creada por Dios para separar el día de la oscuridad nocturna. Muchos pueblos antiguos consideraban que este astro era una especie de deidad.
De hecho, varias de las naciones con las que se encontraron los hebreos practicaban la adoración a esta imagen en el firmamento. En el lugar donde vivió Jacob por veinte años y en el que se detuvo Abraham, se realizaba estos cultos.
En la ciudad de Canaán, los vecinos de Abraham también la veneraban. Mientras que, los egipcios sacrificaban un cerdo cuando se mostraba completa en las alturas.
Después de la invasión asiria y babilónica a Palestina, los israelitas estuvieron en el mismo pueblo junto con personas que la tenían como un ídolo. Por lo que, estos actos se infiltraron en los judíos de forma profunda.
Así se puede leer en Reyes, en donde se explica cómo se alzaron altares a Baal y a Asera. De igual modo, Jeremías comenta que en las familias los niños buscaban la leña. Los padres prendían hogueras y las mujeres cocinaban tortas de ofrenda para la reina del cielo.
Fases lunares
La luna nueva comenzaba un mes, por lo que se sabe que las civilizaciones estaban pendientes de sus cambios. En este día, no se ofrecían regalos, pero si había música por medio del sonido de las trompetas.
No se trabajaba y por lo general, se hacía una cena magnífica en la cual el rey invitaba algunos personajes de importancia. El séptimo mes era algo santo, al igual que el domingo, por lo que también se hacían festejos.
Luego del exilio, esta conmemoración se convirtió en el regocijo del nuevo año. Es decir, el festival de Nisán, entre marzo y abril. En la actualidad se hace la Semana Santa en estas mismas fechas, pues coincide con la luna llena, vista por Jesús en la última cena.