Jezías significado bíblico

jezias

Definición. El significado bíblico de Jezías, es israelita que regresó del exilio en los tiempos por los que vivió Esdras. Su nombre se menciona junto con el de Ramía, Malquías, Eleazar, Malquías y Benaía. La traducción del término hebreo quiere decir que Jehová rocíe, purifique o reúna.

Vídeo sobre el significado bíblico de Jezías

https://www.youtube.com/watch?v=nGJ88FTJMR8

La renovación en la que estuvo Jezías

Debido a los pecados que cometió Jezías junto a sus compañeros al casarse con mujeres extranjeras, comenzó un nuevo proceso de reforma. En el capítulo número 10 del libro de Esdras, podemos ver que realizó confesión, lloró y se postró delante de la casa de Dios junto con una gran multitud conformada por hombres, mujeres y niños de Israel.

El evento en el que participó Jezías tuvo que ver con una reunión y convicción de pecado. Hubo una gran culpabilidad, entonces uno de los varones tomó la palabra diciendo que, a pesar de sus malas acciones, aún sentían esperanza en Jehová.

Tanto Jezías como Secanías fueron voceros de este grupo de personas que reconocieron sus faltas. La solución consistió en trazar pacto con Dios para que les perdonase, por lo tanto, tuvieron que despedir a todas las mujeres extranjeras y a los nacidos de ellas.

Después de estos acontecimientos, Esdras hizo jurar a los principales sacerdotes, a los levitas y a todo el pueblo de Israel. Luego, se retiró a la habitación de Johanán, donde se entristeció a causa de la iniquidad de los que retornaron a su lado del exilio.

Enseñanzas de Jezías

Jezías no dudó en aceptar que él fue uno de los que tomó mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra. Las cosas que hicieron, estuvieron fuera de la ley y las ordenanzas que estableció Moisés con la ayuda de Dios. Además, no se tomaron el atrevimiento de consultar este asunto antes de proceder a cometer el pecado.

Podemos aprender de Jezías el hecho de ser sinceros ante un acontecimiento determinado en el cual seamos culpables. Cuando a estas personas se le llamó la atención respecto a su violación a las normas del señor, no dudaron en confesar a viva voz lo que cometieron.

Ni Jezías ni sus compañeros intentaron justificarse o dar explicaciones irracionales en las que trataran de ocultar sus faltas. Todos estos varones fueron capaces de presentarse y confesar, aun sabiendo que quebrantaron la palabra de Dios, lo que era un asunto bastante grave por aquella época.

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