Historia significado bíblico

historia

Definición. El significado bíblico de historia, es una clase de narración en donde se engloban y exponen sucesos del pasado. Sus registros son muy diversos, pero de gran importancia para la memoria colectiva.

Es por eso, que la rama de la historia se centra en exponer aquellos hechos que a pesar de que pasaron hace miles de años, siguen en el recuerdo de la actualidad.

Se trata de una disciplina que narra las cosas de modo cronológico, con la mayor precisión posible.

Por su lado, la obra de la historia se compone por parte de un escritor, quien, se encarga de plasmar los acontecimientos de manera veraz.

Aquí, sobresalen aspectos políticos, económicos, sociales, culturales y que giran en torno a lo sagrado. Es así, que figuran relatos como los de Lázaro o Cristo.

Importancia de la historia

El vocablo historia tiene un peso significativo en la era en la que vivimos. La razón de ello, es que nos hace recordar el pasado y los eventos que ocurrieron antes de que existiera la población moderna.

Se trata de sucesos que le dan sentido a la humanidad. Ya que, nos permite comprenderla y desentrañar los hechos más relevantes.

Asimismo, el historiador tiene un papel preponderante, porque es el que se hace cargo de registrar los sucesos del modo más fiel posible.

Por lo tanto, se dice que el cristianismo es una religión con carácter histórico en el que nos narran la vida y muerte de Jesús.

La actividad de Dios y la historia

Conviene mencionar que la historia se expresa de forma muy clara en la Biblia. Desde allí, se recrean acciones del pasado que se vieron influenciadas en el presente por parte del Señor.

El cual, determinó el curso de la vida humana y estableció la idea de su reinado divino en el futuro.

Por medio de la historia, es válido conocer a cabalidad los propósitos de Dios para con sus hijos, sus decretos y ordenanzas. Es por eso, que podemos decidir entre la obediencia y la disciplina al formar parte de su doctrina.

En este sentido, la historia invita al hombre a reconocer que Jehová es el soberano y que Cristo formó parte fundamental de la salvación humana. Es por eso, que es tan esencial para la teología y el contexto que tiene que ver con la religiosidad.

Las nuevas generaciones de cristianos y evangélicos, se basan en la historia al emitir sus discursos y promesas de índole sacra.

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