Lázaro (historia del rico) significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de  Lázaro es 'Dios ha ayudado'. Es posible que sea la forma griega del término hebreo Eleazar. Jesús, cuando estuvo en la tierra, enseñaba a las personas de una manera sencilla. Un recurso que utilizaba con frecuencia eran las ilustraciones, basadas en cosas conocidas. Por eso, les habló de un hombre adinerado y un mendigo con ese nombre.

¿La historia de Lázaro y el rico era un suceso real?

La respuesta es no. La Biblia de Jerusalén, en su versión católica, tiene una nota al pie de la página que indica que esta era una parábola. Por lo cual no guarda relación con la realidad. Ese fue otro ejemplo que empleó Jesús para dar algunas lecciones a su auditorio.

Una de las razones por las que se llega a esta conclusión es que, el Mesías no dio detalle sobre el lugar donde vivían y en qué momento existieron. Además, en el registro bíblico no se habla más del tema. Tampoco se han encontrado pruebas arqueológicas de su existencia.

¿En qué consistía la historia de Lázaro y el hombre rico?

En este relato, el méndigo Lázaro está lleno de úlceras. Él junto a los perros esperan que caiga algo de la presuntuosa mesa del rico. El adinerado, no era capaz de condolerse del pobre y darle un plato de comida. Más bien, gastaba su dinero con las mejores y más caras prendas, Además, en su mostrador no podían faltar los más exquisitos manjares.

Con el tiempo, el rico muere y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán, quien estaba acompañado de Lázaro. El patriarca tuvo una conversación con el adinerado que se hallaba en el Hades, pasando tormentos. Este millonario le pidió que enviara a Lázaro con sus cinco hermanos para que les diera testimonio y no pasarán la misma experiencia que él.

Algunos religiosos afirman, que esta historia confirma la creencia de los fariseos de la existencia de un alma inmortal. Además, de que hay vida en otro lugar después de la muerte. Sin embargo, en otras declaraciones que dio el Cristo, se muestra que él se oponía a estas enseñanzas.

Por otro lado, el Mesías no mencionó que el rico tuviera una vida llena de pecados o que Lázaro hiciera cosas buenas. Así que ninguno de los dos se fue  al cielo o al infierno. Él usó esta historia para comparar el cambio de condición espiritual en la que se encontraban los líderes religiosos.

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