Harif significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Harif, es nombre que perteneció a diversas personas que vivieron en los tiempos del antiguo testamento. El término nos viene dado del hebreo hariph y se traduce como otoño, lluvia o cosecha.

Vídeo sobre el significado bíblico de Harif

https://www.youtube.com/watch?v=Krr3yOUw1Ps

Harif y los que regresaron con Zorobabel

En primer lugar, entendemos que Harif fue uno de los miembros que retornaron con Zorobabel hacia Judá. Esto ocurrió cuando se encontró cautivo en Babilonia junto con hombres como Anatot, Jora o Nebai.

En el libro de Nehemías se nos dice que Jehová se comunicó para que cumpliese su propósito de reunir a los hijos de Israel y de este modo, se les empadronara según cada una de las casas de sus padres. La idea es que se tomara el nombre de todos aquellos que subieron del cautiverio y que se repartieron por las ciudades de Judá y Jerusalén.

Así pues, Harif se escribió junto con el de Azarías, Mardoqueo, Baana, Ater y otros. Entre su grupo se contó un total de ciento doce miembros, de los cuales eran varones poderosos que sobresalieron en la guerra. Y habitaron en sus ciudades de origen junto con los levitas, sacerdotes, porteros, cantores y los sirvientes del templo.

Harif: El firmante del pacto de Nehemías

Harif, Anatot y Nebai figuraron como firmantes del pacto de Nehemías, siendo miembros de la misma familia. Estas cosas ocurrieron porque deseaban renovar su fe para con el Altísimo. Por supuesto que tales hombres confesaron sus pecados y se afligieron ya que, sabían que en tiempos pasados actuaron de mala voluntad.

La falta de fidelidad del pueblo de Israel fue lo que causó que Harif y sus hermanos tuviesen que caer bajo el poder de gobernantes extranjeros que les mantuvieron por esclavo durante muchos años. Sin embargo, al renovar el pacto con Jehová existirían nuevos compromisos y promesas que tenían que cumplirse.

Todas estas razones fueron suficientes para que Harif, los levitas, sacerdotes y los sirvientes del templo ya no se apartaran de la ley del Señor, por eso, juraron frente al pueblo que guardarían sus mandamientos una vez que firmaran el pacto de Nehemías.

Estas cosas obedecieron a los principios que instauró Moisés, el siervo de Dios. Además de ello, dijeron que no darían a sus hijas o tomarían los días de reposo para vender cosas, trabajar o no dejar descansar la tierra. Otro de los decretos en los que participó Harif fue en contribuir en la obra del templo con el pan de proposición y demás ofrendas sagradas.