Euclidón significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Euclidón, es viento huracanado que apareció el día que el apóstol Pablo viajaba hacia Roma en barco. Estas cosas sucedieron quizá en la época de la primavera, la locación fue el Mediterráneo oriental.
La palabra Euclidón aparece una sola vez en la Biblia, en los pasajes del libro de los hechos. Se trató de un fuerte viento que hizo que el apóstol estuviese en peligro, se dice que lo llevó también al naufragio.
Los vientos huracanados de Euclidón
Sabemos que Pablo sufrió una persecución por parte de sus enemigos, luego de su presentación frente a Agripa. Él tuvo que ir a Roma en condición de esclavo, una de las razones, es que se malinterpretó el valor de anunciar el evangelio en aquel lugar.
En aquellos momentos, el apóstol se embarcó en una nave adramitena que no tuvo inconveniente para partir. Sin embargo, pocos días después aparecieron los vientos huracanados a los que se denominaban como Euclidón.
Existen otras versiones de la Biblia que no le llaman Euclidón, sino, viento repentino, huracanado, tempestuoso o tormenta. Lo cierto, es que tenía un fuerte poder de destrucción e infundía gran temor en los tripulantes.
Esperanza de salvación en Euclidón
A pesar de que muchos hombres tuvieron que enfrentarse al Euclidón, había uno en particular que siempre confió en la santa voluntad del señor. En tanto que, otros se sentían desilusionados porque ya no salía el sol, la tempestad no era pequeña y así, permanecieron durante muchos días.
Euclidón hizo que varias personas perdieran la esperanza de salvación en aquella nave. Pero después de ese panorama de destrucción, sucedió algo maravilloso. El plan de Dios apareció, por eso, Pablo y sus compañeros pudieron salir ilesos de la tempestad.
El libro de los hechos nos revela que Euclidón no fue rebelde ante las cosas que Jehová tenía planificadas. Con su gran poder pudo librar al grupo de hombres de un destino terrible que nadie se imaginó que acontecería en aquel momento.
Enseñanzas bíblicas de Euclidón
El capítulo de Euclidón nos revela diversas cosas que podemos colocar en práctica en nuestras vidas. Al igual que Pablo, es posible ser determinados para alcanzar la infinita misericordia de Dios. Él siempre fue obediente y estuvo sujeto al llamado que le hizo el señor.
Las escrituras nos enseñan a ser más compasivos, comprensivos y a causar un impacto positivo a nuestro alrededor, incluso, si hay serias dificultades.