Espigado significado bíblico

espigado

Definición. El significado bíblico de espigado, es cuando se recogen las cosechas que de algún modo ya no son útiles o que se cayeron durante la recolección. La palabra tiene relación con el acto de espigar, puesto que, se empleaban tales términos en todo lo referente a las actividades agrícolas de la época.

En aquellos días, existió una ley que decía que el espigado se daría a las personas más pobres, huérfanos, viudas o forasteros. Estas cosas podían hacerlas los dueños o agricultores hebreos, quienes cumplían a cabalidad las instrucciones.

En la antigua Palestina, se empleaba bastante el término espigado, así como el de cardos y espinos. Se encontraban incluso diferentes variaciones provenientes del idioma hebreo y también del griego para referirse a este tipo de actividad.

¿Por qué se daba el espigado en la Biblia?

El espigado se asociaba con el mal crecimiento de las plantas en cualquiera de sus etapas, ello hace que los tallos sean poco resistentes. Por aquella época, era fundamental que los cultivos salieran adelante y de ese modo, se aumentara la cantidad de la cosecha que le serviría a los hombres y mujeres como provisiones.

Antes de que el espigado ocurriera, la estructura no solía estar bien formada, por eso, nada era capaz de rendir sus frutos. El hecho de que las plantas se espigaran, representaba un problema mayor para los pobladores antiguos que deseaban que se llevara a cabo su buen desarrollo.

En la era moderna, ya existen diversas herramientas que evitaban el espigado, ya que, se suelen atacar los problemas a tiempo y de tal manera se impide la pérdida total de la cosecha. Es posible que estas cosas sucedieran en forma de castigo para las personas desobedientes que hacían caso omiso de las normas de Dios.

El espigado y el remanente del señor

En Isaías 24:13 encontramos la siguiente referencia bíblica 'Porque así será en medio de la tierra, entre los pueblos, como cuando se varea el olivo, en el espigado en que se acaba la vendimia'.

Estas palabras nos explican que existe un remanente que se preservó de las ruinas y de las vicisitudes como, por ejemplo, el espigado. Por supuesto que, se habla de manera metafórica para señalar a una persona devota y piadosa, capaz de ganarse la confianza de Dios.

El pasaje nos deja ver que pocos son los que se dispersan de la voluntad del señor, se esconden debajo de las hojas o rebuscan del olivo. El padre celestial conoce a los que son buenos y a los que les sirven con el corazón.

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