Espada significado bíblico
Definición. El significado bíblico de espada es un arma blanca, que tiene una empuñadora para tomarla de la mano. Se caracteriza por ser larga y recta. Esta se guardaba en una guarnición o vaina y su estructura tenía una punta aguda con dos filos cortantes.
Vídeo sobre el significado bíblico de Espada
¿Qué detalles se conocen de las espadas antiguas?
En las santas escrituras, se mencionan con frecuencia este término. Sin embargo, no se da información sobre su fabricación. Lo que sí se sabe es que su hoja de metal era de bronce, hierro, acero o cobre. Algunas tenían un solo filo y podían ser de distintos tamaños. Se distinguían de las dagas porque siempre superaban los 40 centímetros.
Este utensilio se utilizaba en las guerras para defender a su pueblo o cuando se atacaba a otra nación. Los soldados, por lo general, portaban esta arma mientras estaban de servicio. En el jardín de Edén, Jehová colocó unas espadas en la entrada para prohibirle a Adán que pasara adelante.
La persona que llevaba este utensilio se colgaba de la cintura un estuche o cubierta de cuero, para transportarla a todas partes. Esta iba del lado izquierdo, con el objetivo de que pudiera ser más fácil sacarlo con la mano derecha. Con ella podían herir o asesinar a su contrincante, si eran hábiles en su uso.
Cuando David enfrentó a Goliat, solo necesitó de unas cuantas piedras y honda para derribar al gigante. Sin embargo, al estar en el piso, él buscó su espada y le cortó la cabeza, asegurándose de que había acabado con este enemigo por completo. En cambio, Saúl, al verse rodeado y malherido, le rogó a su escudero que lo matara. Como este no tuvo el valor, el monarca se dejó caer en su arma.
¿Era Jesús un revolucionario que apoyaba el empleo de la espada?
No. En las horas previas de su captura, él fue con tres de sus discípulos a una montaña alejada a orar. Antes de salir, les pidió a los hombres que llevaran sus espadas. Esto no lo hacía para tener la manera de defenderse en contra de quienes lo buscaban. Más bien, con eso demostraba que él no opuso resistencia. Así se podía cumplir la voluntad de Dios.
Otra prueba de su postura, fue cuando Pedro reaccionó con violencia y le cortó la oreja a uno de los que andaban en la multitud. En vez de felicitarlo por defenderlo, Jesús lo reprendió por su actitud. Él no estaba de acuerdo con causarles daño a las demás personas.