Enfermedad-sanidad significado bíblico
Definición. El significado bíblico de enfermedad-sanidad, es mal estado fisiológico que se debe a diferentes causas, la mayoría de ellas son conocidas. Muchos de estos padecimientos de salud pueden curarse a través de fármacos, aunque en la antigüedad se resolvía con el don divino.
Antes de que se presente la sanidad, la enfermedad supone múltiples afecciones para el ser humano. Allí pueden incluirse eventos medioambientales y otros efectos negativos que son consecuencia de una acumulación de cosas.
Enfermedad-sanidad en la Biblia
Las Santas escrituras nos dicen que la enfermedad-sanidad se presentan en los cuerpos físicos que padecen dolores u otra clase de afecciones graves. Los hombres que las soportan, buscan ayuda y refugio en los brazos del creador del universo.
Lo que sí es cierto, es que ante la enfermedad-sanidad existe salvación divina. Las cosas que se plasman en la Biblia, nos enseñan diversos ejemplos de ello. El poder de Dios sigue siendo el mismo de la antigüedad, por eso hoy en día seguimos pidiéndole al señor por su ayuda.
Jehová es el único capaz de obrar en la enfermedad-sanidad por medio de su poder sanador. Así lo vemos reflejado en diversos capítulos del libro de Malaquías o en el de los hebreos. La Biblia nos invita a seguir pidiéndole a Dios para que, a través de su ministerio, podamos ser salvos en la gracia divina.
La enfermedad-sanidad en el antiguo testamento
En los viejos tiempos existieron numerosos registros de enfermedad-sanación por parte de los personajes que se relatan en las escrituras. Uno de estos casos fue el de una mujer llamada Ana que no podía tener hijos, a causa de ello, sufría múltiples burlas y tormentos por parte de sus prójimos.
A pesar de todo, un día se acercó al templo y derramó sus lágrimas delante del aposento de Dios. Le dijo al padre creador que si le concedía la sanación a su enfermedad-sanidad, le entregaría a el hijo producto de su vientre para que creciera a su servicio.
Sucedió entonces que el señor escuchó las súplicas respecto a la enfermedad-sanidad de Ana y a causa de ello, la sanó de su esterilidad. El descendiente que tuvo fue un niño al que le colocó por nombre Samuel y este llegó a convertirse en uno de los más grandes profetas con los que contó el pueblo de Israel.
Aparte de ese caso, se presentan muchos más como el de Naamán y otros que se plasman en los escritos del nuevo testamento.