Flujo de sangre significado bíblico

flujo de sangre

Definición. El significado bíblico de flujo de sangre, es sangrado menstrual intenso que sufrían las mujeres de la antigüedad. Se relacionaba con la enfermedad, expiación, impureza o estado que no se consideraba de carácter pulcro, ni en lo físico o en lo moral.

Al flujo de sangre también se le conocía como menorragia. La Biblia nos cuenta la historia de una mujer que sufrió de esto durante mucho tiempo, cuando vio que Jesús visitaba su ciudad, tocó su ropa entre toda la multitud.

El señor se dio cuenta de que alguien alcanzó a palpar el borde de su manto, entonces, se obró el milagro sobre aquella mujer que tenía flujo de sangre en abundancia. Ella creía con convicción que Jesús era el único salvador que le traería la sanidad que esperaba desde hace mucho tiempo atrás.

El flujo de sangre y las hemorragias

Conviene señalar que el flujo de sangre no sólo se asoció con la menstruación de las damas o señoritas. Había personas que tenían ciertas enfermedades y que podían padecer de esto, si se generaba una hemorragia, era posible que se provocase su muerte inmediata.

El flujo de sangre llegó a relacionarse con el daño de las células del cuerpo y con otras alteraciones en las que se involucran las arterias, provocando aneurismas repentinos. Sucedía algo similar con los problemas del corazón y el transporte de oxígeno de las células a lo largo del cuerpo humano.

Es importante que el flujo de sangre dentro de nuestro organismo sea estable, de este modo, las arterias funcionan con normalidad y los tejidos se irradian. A la vez, se liberan oxígeno y nutrientes que son bastante beneficiosos en la salud.

La paciencia en las situaciones adversas con el flujo de sangre

El flujo de sangre y otras enfermedades que suelen afectar a las personas, nos dejan una clara enseñanza respecto a las situaciones adversas que se presentan cada día. En la actualidad, el dinero o la ciencia a veces no permiten la solución de los problemas de salud que aquejan a la gente.

Podemos tomar el ejemplo de aquella mujer que sufría flujo de sangre y que tocó el manto de Jesús con su gran fe. Es posible que haya esperado con paciencia al escuchar que el señor se encontraba efectuando todo tipo de milagros y que sanaba a las multitudes. Este fue el motivo que le hizo avanzar hacia el salvador, consiguiendo así la curación del padecimiento que tanto le afectaba.

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