Baño significado bíblico

bano

Definición. El significado bíblico de baño, es la acción de lavar diversas partes del cuerpo por medio del agua. En los tiempos antiguos, era muy común que esto se realizara antes de aplicar el ungüento que se derivaba de diversos aceites o esencias.

Las cuales, contaban con un valor especial para las personas, bien fuera en ceremonias, rituales o solo al perfumar. Por su parte, los antiguos sometían sus cuerpos al baño con la ayuda de un flujo intenso de agua o líquido.

Pues, por aquellas épocas no existían los jabones tal y como los conocemos en la actualidad. Sin embargo, más adelante se fueron desarrollando espacios especiales que funcionaban en tal labor.

De modo similar, la palabra baño también puede designarse para los retretes o aposentos en los que las personas hacían sus deposiciones. Tales ambientes se fueron modificando con el paso del tiempo hasta convertirse en las versiones que conocemos en la modernidad.

Baño como simbolismo

El término baño también tiene que ver con la palabra de Dios. Un ejemplo de ello, podemos verlo en los versículos de los salmos.

En donde, el hombre le dice al padre que le lave por completo para que así, se borre toda la maldad de su cuerpo y alma. Gracias a esta acción, es posible purificarse, ser limpio y bueno ante los ojos de Jehová.

Asimismo, en Juan se nos recalca la comunión y la práctica de la verdad que nos hará libre y nos permitirá alcanzar la luz. Todo ello, a través de la figura de Cristo, el que nos limpia del pecado y nos baña de la maldad procedente del mundo.

El baño la sangre de Jesús y su poder

De manera similar, podemos relacionar el baño con la sangre purificadora de Jesús. Solo él puede limpiarnos del pecado a través del bautismo y la sagrada comunión. Es por eso, que debemos hacerlos de forma continua en el sentido de obtener la salvación.

En los versículos de Juan se nos recalca la importancia que tenía el baño por aquellos días en los que el Mesías vino a la tierra. Pues, él decía que todo iniciaba de este modo al permitirle que nos limpiara por completo de nuestras culpas.

Es por eso, que los apóstoles acudían a Cristo para que les realizara un baño y les quitara el menor rastro de impureza. En este sentido, es importante ofrecerle a Cristo nuestra vida para que nos limpie y renueve nuestro espíritu a través de su preciosa sangre.

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