Banco significado bíblico

banco

Definición. El significado bíblico de banco es, una mesa (griego: Trápeza) para hacer depósitos y dar intereses. A su operador se le llamaba banquero y es probable que se tratara de una persona rica, tal como un negociante o un propietario de terrenos.

Existía una diferencia entre los banqueros y los cambistas de la época. Este último, se dedicaba más, a canjear el dinero de un país al de otro. También procesaban cantidades de monedas por su valor equivalente en otras de diferente denominación.

Los depósitos se resguardaban entregándolos a alguien de confianza o enterrándolos, y más aún cuando las cantidades de dinero eran grandes. Jesús hace mención de la costumbre en la comparación del esclavo perezoso

¿Había algún banco antes de cristo?

La arqueología atestigua que en la cultura sumeria ya se hacían transacciones bancarias y que estas se solían efectuar en los sitios religiosos para protegerse de los malhechores.

En Israel, la Ley de Moisés condenaba a cualquiera que recibiera interés de los préstamos dados a sus hermanos israelitas, en especial a aquellos que tenían necesidad o estaban en pobreza. Sin embargo, sí se permitía pedir interés a los extranjeros, porque tal vez su préstamo era para hacer negocios.

Transacciones en tiempos de Nehemías

Después del exilio, a algunos judíos se les condenó porque estaban pidiendo intereses a sus hermanos israelitas. Quienes en su necesidad ponían como garantía sus viñas, sus tierras, sus viviendas y hasta sus propios hijos, que en algunos casos llegaban a ser esclavos del banquero por no poder pagarle la deuda, y desde la misma manera ocurría con sus otras valiosas posesiones.

Nehemías recibió numerosas quejas de algunos de los israelitas porque sus hermanos judíos, se habían vuelto usureros y estaban actuando en contra de lo que Dios les indicó en la ley mosaica. Estos banqueros exigían un interés muy alto, del 12 % anual, es decir, 1 % mensual.

Por ello, Nehemías les mandó devolver todas las cosas que habían pedido como interés: los campos, olivares, casas, viñas. Incluso les ordenó a devolver hasta las ganancias que exigieron por el dinero, los cereales, el vino nuevo y el aceite que habían prestado.

Ya para el siglo I E.C., era costumbre recibir intereses de los depósitos que se dejaban en los bancos. Jesús se refirió a ellos y los banqueros en las parábolas de las minas del evangelio de Lucas y la de los talentos en el libro de Mateo.

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