Alfarero significado bíblico

alfarero

Definición. El significado bíblico de alfarero es la connotación de 'Hacedor de ánforas de barro'. Proviene del sufijo 'Ero' (oficio u ocupación) y en la palabra árabe 'Al-fahhar' que es igual a 'La cerámica'. Este trabajo era una profesión diaria en Israel, debido a su hacer cotidiano. Podía realizarse individualmente, o con aprendices.

Alfarero, persona que elabora recipientes de barro. Supuestamente el oficio de la alfarería es originario de Sumeria, desde la antigüedad, como lo demuestra la arqueología. Posiblemente se extendió a otros países hasta que este arte se hizo común entre clases sociales.

Alfarero, conforme a las Sagradas Escritura es la persona que estruja con el pie el barro para trabajarlo (Is. 41:25); y va dando la forma a su jarrón con la rueda (Jer. 18:3). Gran parte de esta ocupación alfarera en Oriente, se trabajaba de una forma muy simple.

El taller de alfarería que se ha conservado desde la antigüedad, es el que se socavó en Khirbet, yacimiento de arqueología en Israel. Documentado en el siglo I d.C. Este taller contaba con un espacio para amasar el barro, del banco del alfarero, el sitio ocupado por la rueda y el horno para cocer las piezas.

Dios es nuestro alfarero

Este término en hebreo es 'Yotzer', y está asociado a la raíz del verbo formar, en el poema de Isaías. El Padre es 'El Alfarero', y es él quien nos da forma. Los autores bíblicos utilizaron la habilidad del alfarero como metáfora para iluminar el poderío de Dios. Es el deseo inextinguible de vincularnos con el Creador, de adherirnos a él a través de la fe, en medio de nuestras tribulaciones en la vida.

Este trabajador, 'Moldea sus vasijas como él desea', representa una bella ilustración del Creador Divino, y es aplicable a Israel (Jer. 18:2-6). El Creador trabaja en su pueblo tal como el alfarero lo hace en su vasija.

Con la presión de sus dedos el alfarero da forma a sus piezas, limando asperezas. Nuestro Dios con su poder divino va dando forma a nuestro espíritu, limando las vicisitudes de nuestra vida, experimentamos situaciones para el crecimiento espiritual.

Quién nos creó, en sentido figurado, es Dios, que trabaja como alfarero en cada uno de nosotros, moldeándonos como el alfarero a la arcilla. Al identificarnos con el espíritu, es cuando podemos apreciar que Dios es todo amor, toda gloria, en relación a la humanidad, en tiempos de dificultades y adversidades.

Subir