Baal-salisá significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Baal-Salisá es dueño de Salisá. Este era un lugar que se encontraba cerca de Guigal, que fue una ciudad muy importante en la historia del pueblo de Israel. Aunque solo hay dos ocasiones en las que se menciona la tierra de Salisá, estas demuestran que allí también se dieron sucesos valiosos.
¿Qué hizo Eliseo en Baal-Salisá?
Cuando el Eliseo volvió a Guilgal, había una hambruna muy fuerte en el país. Los cien hijos de los profetas no habían comido y estaban delante de él. Así que él mandó a su sirviente a preparar un guisado con unas malvas que recogió del campo. A esta le agregaron harina, porque los frutos eran venenosos.
Como la mala situación seguía, un hombre procedente de Baal-Salisá trajo veinte panes de cebada, que estaban hechos con los primeros frutos que maduraron de la cosecha. Además, le entregó un poco de grano nuevo. Con esto, Eliseo reunió a los hambrientos hijos de los profetas y le dijo al sirviente que los alimentará.
El asistente cuestionó las órdenes de su amo, puesto que era muy poca comida para la cantidad de personas que había en el sitio. Sin embargo, este le indicó que hasta quedarían sobras. Por lo tanto, se procedió a servir los panes. Tal como dijo Jehová por medio del profeta, todos estaban satisfechos y quedaron algunos trozos.
Este suceso es similar a dos milagros que hizo Jesús cuando estuvo en la tierra. Un grupo grande de individuos, junto a sus familiares, se reunieron a escucharlo. Al final de la tarde, él usó unos pescados y unos panes para darles de comer. Sus discípulos no creían que esto fuera posible. Después de la jornada lograron recolectar varias cestas con los sobrantes.
¿En cuál otro suceso aparece la tierra de Salisá?
Algunos historiadores piensan que Salisá es el mismo Baal-Salisá o estaba cerca de allí. De igual forma, opinan que se encontraba en las cercanías de Guilgal. Esto se debe antes de que el joven Saúl fuera nombrado rey, anduvo por ese lugar examinando las asnas de su padre que se habían perdido. Su progenitor le ordenó a ir con su sirviente a su encuentro.
Cuando ya el joven se encontraba cansado, le dijo a su asistente que regresaran a casa con las manos vacías. Pero el hombre le aconsejó que fueran a ver Samuel, para que los ayudara con su búsqueda. Este acepto la propuesta y siguieron su viaje. El día anterior, Jehová le había informado al profeta que se encontraría con el que sería el futuro rey de Israel.