Baal-Perazim significado bíblico

baal perazim

Definición. El significado bíblico de Baal-Perazim es dueño de rompimientos o de invasiones. Este era un lugar de la nación de Israel, que también era conocida como el monte Perazim. David fue quien le designó el nombre después de una gran victoria que obtuvo allí.

¿Qué tenía que ver David con Baal-Perazim?

Este pastor, músico y valiente guerrero tenía 30 años cuando llego a ser rey en Israel. Su gobierno duró 4 décadas y durante los primeros siete años vivió en Hebrón. Sin embargo, él debía estar en Jerusalén como lo tenía dispuesto su padre celestial. Aunque había un problema, en ese momento los jebuseos habitaban esa región. Ellos sabían las intenciones del monarca, así que buscaron la forma de evitarlo.

Estas personas se burlaron de él, diciéndole que nunca podría entrar a esa tierra. Incluso llegaron al punto, de mencionarle que él no lograría luchar ni siquiera con los ciegos o los cojos. Esto era una gran ofensa para este valeroso gobernante, pues las personas con discapacidad no participaban en las sangrientas batallas. Así que, decir que David no podría pelear con ellos, era hacerlo ver como alguien indefenso o débil.

Ahora bien, esto no detuvo al rey. Al contrario, bajo la dirección de su Dios se preparó para conquistar esta ciudad. Los escritos más antiguos indican que cuando este escuchó que los enemigos habían salido a la guerra, mandó a bajar a sus hombres. En el lugar, denominado como de difícil acceso, estaba el ejército del monarca, mientras tanto los jebuseos se encontraban en la llanura baja de Rafaím.

¿Por qué se le llamó Baal-Perazim a esa zona?

Como David estaba seguro de que Jehová lo apoyaría, atacó a los malvados. Algunos lograron huir, dejando atrás a sus ídolos. La victoria que se alcanzó de manos de los israelitas se le atribuyó a Dios, porque intervino e invadió la zona.

Además, hizo una brecha entre su pueblo y los paganos. Por eso, se le llamó a este sitio Baal-Perazim. En el registro bíblico se muestra que los israelitas se llevaron los ídolos que dejaron en la ciudad y por orden del rey los quemaron.

El profeta Isaías habla no solo de la victoria de David, sino de Baal-Perazim como el sitio donde se logró vencer a los enemigos. Su mención tiene el objetivo establecer este suceso como un raro hecho que llevaría a cabo Jehová. Él inundaría a sus contrarios con una crecida inesperada.

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