Vaca alazana significado bíblico

vaca alazana

Definición. El significado bíblico de vaca alazana, es especie de ofrenda que se llevaba a cabo para borrar los pecados o generar la expiación de los mismos. Después de que se quemaba, sus cenizas se resguardaban en un sitio limpio que no estuviese dentro del campamento de los hombres como Eleazar o sus semejantes.

Vídeo sobre el significado bíblico de Vaca alazana

https://www.youtube.com/watch?v=F6JGSNVukzY

Ritual de la vaca alazana

En el inicio los antiguos tomaban a la vaca alazana y la mataban fuera de las tiendas de reunión. Acto seguido, el sacerdote se encargaba de rociar su sangre siete veces sobre el tabernáculo. Luego se procedía a quemar el cuerpo del animal en su totalidad con la ayuda de madera de cedro para levantar el fuego.

Las cenizas de la vaca alazana podían emplearse siempre y cuando se mezclarán con agua corriente y el líquido se tomara con la ayuda de un hisopo antes de rociarlo en objetos o personas. Sin embargo, la regla general pautaba que todo ello debía hacerse en sitios limpios que estuvieran bastante retirados del campamento de reunión.

La razón de todo esto tenía que ver con la contaminación que podría albergar la vaca alazana en su interior y exterior. Era importante que el agua fuese pura porque con ella es que se limpiarían todos los pecados cometidos por los hijos de Dios que deseaban obtener la redención y salvarse del castigo eterno.

Además, a los inmundos se les echaba fuera de las tiendas según la voluntad de Dios, como a los leprosos, los que tenían flujo de semen o los que tocaban muertos. Estos se consideraban como gente malsana que al igual que la vaca alazana, no tenían permitido adentrase en la casa sagrada en la que habitaba Jehová.

El efecto de purificación de la vaca alazana y los contaminados

El rito de la vaca alazana se relaciona con los pasajes del libro de los números que habla de los israelitas y sus despojos luego de una victoria concedida por el señor. Hay que tener en cuenta que estos personajes estuvieron en contacto con los muertos y por ello, no podían entrar en la tienda y contaminar a los demás integrantes de las diversas tribus.

Para que los hombres pudieran redimirse y purificarse de manera constante, recurrían al sacrificio de la vaca alazana en pro de ofrendar por sus pecados. Todo esto tuvo un mérito que se asocia con las horas de Jesucristo a través de la resurrección al salvarnos de nuestras culpas. El agua que se tomaba de las cenizas se esparcía en una ceremonia que ilustraba la divinidad y la eliminación de los restos de iniquidad.

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