Elí, elí, ¿lama sabactani? significado bíblico

eli lama sabactani

Definición. El significado bíblico de Elí, Elí, ¿Lama sabactani?, es cuarta palabra desde la cruz que emitió Jesucristo en el calvario. Su traducción del arameo quiere decir Dios mío, ¿Por qué me abandonaste?

Algunas personas indagan respecto a Elí, Elí, ¿Lama sabactani? Al percatarse de que se trata de un llamado de atención. En realidad, muchos consideran que el señor jamás desamparó a su hijo en su misión en la tierra.

Otros estudiosos afirman que Elí, Elí, ¿Lama sabactani?, es un testimonio del amor que sintió Jesús por los pasajes del antiguo testamento, ya que, cita la frase. Se trata de un ruego o clamor que denota una profunda crisis por la que atraviesa un ser humano.

Elí, Elí, ¿Lama sabactani? Y la redención de los hombres

La expresión Elí, Elí, ¿Lama sabactani?, encierra un significado profundo respecto al día en el que se llevó a cabo la crucifixión. Se toma en cuenta no solo la humanidad del hijo de Dios, sino también su parte celestial o divina.

Cuando cristo dijo Elí, Elí, ¿Lama sabactani?, es posible que se sintiese desamparado por lado de su padre. Recordemos que él llevó la cruz del pecado humano, tuvo que padecer malos tratos por sus castigadores y enfrentarse a una inminente muerte.

En la frase Elí, Elí, ¿Lama sabactani?, encontramos una referencia clara para la redención y el rescate de los hombres y mujeres. Personas que a lo largo de su vida estuvieron con la marca del pecado, pero que, gracias al sacrificio de Jesús, podrán vivir en el paraíso.

Al escuchar Elí, Elí, ¿Lama sabactani?, nos damos cuenta el poder que tiene la oración, porque hasta en su último suspiro, Jesús le habló. De ese mismo modo, sabemos que el padre no le abandonó, pues como estaba en el pacto, el hijo del hombre resucitó en el tercer día.

¿Qué sucedió el día que Cristo dijo Elí, Elí, ¿Lama sabactani?

Poco después de que Jesús dijera la icónica expresión Elí, Elí, ¿Lama sabactani?, falleció en el madero. Ese momento quedó registrado en la Biblia como un evento épico, por un instante, existió mucha quietud en el calvario.

Sin embargo, las cosas no tardaron en colocarse catastróficas, pues, la tierra se estremeció y los allí presentes se asustaron. De hecho, los guardias romanos comenzaron a creer que en realidad sí se trataba del hijo de Dios. Muchos de ellos se volvieron al cristianismo pasado tal acontecimiento.

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