Eglón significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Eglón, es nombre de una ciudad de Canaán y de uno de los reyes de Moab. De manera similar al personaje de Aod, podría decirse que fue uno de los hombres más reconocidos por el pueblo de Israel.
Hebrón, Eglón y la derrota de los amorreos
La palabra el Eglón la encontramos de manera sobresaliente en los pasajes del libro de Josué. Sus líneas expresan la derrota de los amorreos, el día el rey de Jerusalén sintió gran temor por la toma de Gabaón a manos de los israelitas.
Resulta que el rey llamado Adonisedec, envió a los altos mandatarios de Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón para que combatiesen a Gabaón, quien hizo paz con Josué y con los israelitas.
Es así como al rey de Eglón y a sus compañeros se les calificó por ser parte de los amorreos. Los 5 subieron con sus ejércitos y acamparon en Gabaón para pelear contra ella. En ese momento, Josué se enteró de la situación e hizo todo lo posible por ayudar a los de su pueblo, quienes también eran hombres valientes.
Jehová entrega a los amorreos
El rey de Eglón y los que le acompañaban iban dispuestos a la guerra, pero el padre celestial se comunicó con Josué y le dijo que no tuviste temor de ellos, pues, les entregaría en su mano. Es así como el señor los llenó de consternación y los hirió con gran mortandad en la localidad de Gabaón.
El mandatario de Eglón trató de huir, más Jehová arrojo desde el cielo grandes piedras que cayeron encima de ellos y les mataron. Fue así como Dios entregó a los amorreos en manos de los israelitas y luego de eso, todos volvieron junto con Josué al campamento en Gilgal.
Eglón, el rey de los moabitas
El nombre Eglón le perteneció a uno de los reyes de Moab que capturó a Jericó, la famosa ciudad de las palmeras. En ese periodo de tiempo, los hijos de Israel hicieron lo malo antes los ojos de Jehová, es por ello, que fortaleció a quien les gobernaba.
La Biblia nos dice que Dios le confirió gran poder a Eglón, para que dominases al pueblo de Israel a causa de las faltas que cometieron. Esta es la razón por la que le sirvieron durante dieciocho años consecutivos sin descanso.
A pesar de las cosas malas que hicieron los israelitas, más adelante consiguieron la libertad porque clamaron al Altísimo por su ayuda.