Éfeso significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Éfeso es una ciudad de la antigüedad, se caracterizaba por su comercio y religiosidad. Era un lugar importante y próspero de la época que se encontraba en las costas de Asia Menor. Esta estaba edificada en unas laderas, en las cercanías de varias colinas. Su ubicación portuaria, la hacía la ruta ideal entre Roma y otras zonas.
¿Cuál era la construcción más valiosa de Éfeso?
La obra más sobresaliente del sitio era el templo de Ártemis, este punto figura entre una de las maravillas del mundo antiguo. Su existencia se presume que es desde el primer siglo de era cristiana. Cuando el apóstol Pablo visitó la región, ya se había reedificado.
Según las pruebas encontradas a raíz de unas excavaciones, se descubrió que el santuario se construyó en una plataforma de unos de 73 por 127 metros. El templo, como tal, medía 50 por 105 metros. Este tenía 100 columnas de mármol de gran altura. Algunas de ellas estaban esculpidas en su parte inferior.
Es razonable pensar, que debido a las riquezas de sus habitantes de Éfeso, esta iglesia estuviera adornado con grandes y coloridas esculturas. El techo estaba cubierto de una gran losa de mármol blanco y hendijas de oro. Lo que le daba un toque de ostentación y era una muestra de su devoción.
Cuando Pablo visitó esta región, pudo observar su interés espiritual. Aunque este se enfocaba a una deidad falsa, él lo usó a su favor. Al comenzar su discurso, destacó esta cualidad sobresaliente para crear un puente que le permitiera dar su mensaje.
¿Cómo fue el ministerio de Pablo en Éfeso?
En su primera visita a la ciudad, estuvo acompañado de Áquila y Priscila. Con prisa se dirigieron a una sinagoga judía para predicar a los Parnasim. Los miembros de la congregación tuvieron una buena experiencia con el hombre. Por esto, le solicitaron que se quedara más tiempo, pero él no podía hacerlo.
Sin embargo, sus acompañantes se permanecieron por un período más largo en Éfeso y conocieron a Apolos. Este judío, que provenía de Alejandría, tenía muy poca información sobre el ministerio de Jesús. Aun así, estaba dispuesto a conocer con exactitud el camino de Dios.
Cuando Pablo regresó, encontró que varios hombres estaban bajo el bautismo de Juan. Después de aclararles el tema, repitieron el acto, pero con los motivos adecuados. A los tres meses de su llegada, comenzó a la oposición. Sin embargo, él pudo predicar de casa en casa y dar discursos por dos años.