Ciudad de labán significado bíblico
Definición. El significado bíblico de ciudad de Labán, es lugar en la península de Sinaí cuyos registros se mencionan en el libro de Deuteronomio, suele identificarse con Libna. El término es hebreo y en español quiere decir gentil, blanco o que brilla.
Por su parte, Labán fue el nombre del hermano de Rebeca y sobrino de Abraham proveniente de Harán. Aunque, también se menciona en los pasajes donde Lea dio a luz a Dina, diciendo que ellos vivían en casa de su progenitor, a quien se le catalogaba de la misma forma.
El discurso de Moisés en la ciudad de Labán
Sabemos que la ciudad de Labán se encontraba justo en la península de Sinaí, por lo que, Moisés se ubicó en el Arabá frente al Mar Rojo para recordar a Israel las promesas que Jehová hizo en Horeb. Se declaró así una ley que decía que los hombres tenían que regresar al monte del amorreo y a las comarcas que le circundaban.
Dios deseaba que los del pueblo de Israel volvieran a vivir en los terrenos de sus padres, poseyéndolos durante toda la eternidad. El motivo de ello tenía que ver con la promesa que realizó a Isaac, Abraham y Jacob que se asociaba con el legado de su descendencia y las infinitas bendiciones que recibirían si eran obedientes a sus palabras.
Por aquellos tiempos, el Altísimo prometió que los varones y las mujeres se multiplicarían como las estrellas del firmamento no solo en la ciudad de Labán, sino en las tierras de sus predecesores. Es por ello, que el pueblo tenía que escuchar el mensaje con la finalidad de obedecer y no defraudar a su Creador.
El nombramiento de los jueces en la ciudad de Labán
Luego de que Moisés transmitió las ordenanzas del Señor en la ciudad de Labán, Jehová quiso aliviar sus molestias, pleitos y cargas de la mano de varones sabios y entendidos. Todos ellos tenían que asumir el liderazgo para colocar orden en cada una de las tribus en caso de ser necesario.
Entonces, Dios tomó a los principales de las cabezas de familia que regresaron de la ciudad de Labán para que se convirtieran en jefes de millares. De tal forma se dio inicio a una etapa donde se ejerció un sistema de gobierno en el que se podía juzgar a los hombres y a sus hermanos extranjeros, se les denominó los jueces y sus historias perduran hasta el día de hoy a lo largo de los pasajes bíblicos.