Cigüeña significado bíblico

ciguena ave

Definición. El significado bíblico de cigüeña, es ave de grandes proporciones a la que se referencia en los pasajes del libro de Jeremías. Los antiguos la describían como una especie de pico largo y alas alargadas que le permitían volar distancias muy extensas.

A la cigüeña se le menciona junto con la lechuza, la tórtola y la grulla en el antiguo testamento y se afirma que conocía muy bien su tiempo de vuelo. A la vez, poseía un contexto simbólico que se asociaba con la llegada de Cristo a la tierra.

Por su parte, el término cigüeña nos viene dado del hebreo jasîdâh que en español quiere decir garza o bondad amorosa.  Es por eso, que a pesar de ser grande, tenía relación con este animal en cuanto a su fragilidad y colores en los que destacaba el blanco y negro.

Hábitat de la cigüeña

Ahora bien, hay que señalar que la cigüeña vivía en las zonas más pobladas de Palestina, Europa y Siria. Sin embargo, se sabe que pasaba el invierno en algunos rincones de África dado que, esta región era más cálida. Lo que le permitía estar al cuidado de sus pichones durante la época de apareamiento.

Respecto a los alimentos que ingería esta especie de ave, podemos decir que se valía de peces, desperdicios y reptiles pequeños. Asimismo, sabemos que solía anidar en los árboles del Mar Muerto con la finalidad de brindarle protección a sus crías.

Simbolismo de la cigüeña

Por otra parte, la cigüeña aparece en forma metafórica en los escritos del primer libro de Samuel y en el de los salmos. De esta manera, se infiere que era un ave que contaba con su propia fuerza, al igual que muchos de los hombres al servicio del Señor.

En este sentido, se hace énfasis en algunos pasajes que indican que la cigüeña era cuidadosa con su prole y les otorgaba los mejores cuidados posibles. Esto se solidarizaba con las cosas que Dios hacía por sus hijos. Puesto que, tenía misericordia de ellos y les dedicaba toda su lealtad.

La cigüeña y los animales prohibidos en la Biblia

Es importante acotar que tal ave se consideraba una criatura que no podía ingerirse porque era inmunda. Todo aquel israelita que contradijera la ley, cometió pecado contra Dios y no se le perdonaría. Esto está muy claro en el pasaje de Levítico 11:19 que dice lo siguiente, 'la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago'.

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