Bet-baal-meón significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Bet-baal-meón, es otro nombre que se le asignó a Bet-meón, lugar del que se dice que existió una profecía. La raíz hebrea quiere decir señor de la habitación o domicilio de Baal.
La ciudad de Bet-baal-meón la tomaron los amorreos, antes de que se realizara su repartición a los integrantes de la tribu de Rubén.
Establecimiento de los hombres en Bet-baal-meón
El nombre Bet-baal-meón se cita en los pasajes del libro de los números en relación con el asentamiento de Rubén y Gad al oriente del Jordán. Ambos personajes se caracterizaron por poseer una vasta muchedumbre de ganado, que querían que habitasen en una tierra en específico.
Ellos dos hablaron a Moisés y a los príncipes de la congregación para pedir un territorio como el de Bet-baal-meón. No querían atravesar el Jordán, por eso, pidieron ante la gracia del Señor que sus peticiones se concedieran. Sin embargo, hubo molestia porque ellos no querían asistir a la guerra, tal y como el resto de sus hermanos.
Se creyó que los que deseaban vivir en Bet-baal-meón desanimaban a los demás israelitas para que no pasaran a la heredad que les había dado Jehová. Se les advirtió que no deberían volverse en contra del señor, porque en ese caso, podría dejarlos en el desierto y destruir al pueblo.
Entonces ellos vinieron a Moisés y le dijeron que edificarían allí majadas para el ganado y ciudades fortificadas destinadas a sus hijos. Del mismo modo, se armarían e irían con diligencia a luchar en contra de sus enemigos, hasta que los de las tribus se estuvieran cada uno con su heredad. Es así, como consiguieron quedarse con Bet-baal-meón y otras ciudades.
¿Quién le puso el nombre a Bet-baal-meón?
De acuerdo con los pasajes del libro de Ezequiel, los rubenitas fueron los que se encargaron de fortificar y de nombrar a la ciudad de Bet-baal-meón. Hicieron lo mismo con otros territorios, por ejemplo, con Bet-jesimot y Quiriataim.
En estos registros, se habla de la profecía contra Moab y Seir. Se dice que ciudades como Bet-baal-meón se entregarían en forma de heredad para que no hubiese más memoria de los hijos de Amón sobre todas las naciones.
En las latitudes de Bet-baal-meón, también se llevarían a cabo juicios, para que sus habitantes estuviesen al tanto de quién era el Dios verdadero. Esto teniendo en cuenta que por aquella época, era común la puesta en marcha de sacrificios destinados a falsas deidades por parte de los pueblos antiguos.