Bet-azmavet significado bíblico

bet azmavet

Definición. El significado bíblico de Bet-azmavet, es padre de los hijos que volvieron a sus ciudades de origen luego del exilio babilónico, entre ellos se contó un total de cuarenta y dos. Es posible que de allí también dieran sus pasos algunos arbatitas.

Se dice que Bet-azmavet es otro de los calificativos que se le otorgaron a Azmavet. La traducción del vocablo significa casa de la fuerza de la muerte.

Bet-azmavet y los que regresaron con Zorobabel

La aparición más resaltante de Bet-azmavet la tenemos en los pasajes del libro de Esdras. Esto nos presenta el día en que varios hombres subieron de la provincia del cautiverio. Todos estos se encontraban en el exilio porque el rey de Babilonia les llevó consigo como castigo.

Después de permanecer mucho rato en aquel lugar, Jehová decidió que ya era tiempo de que regresasen a sus ciudades de origen. Entre ellos se encontraban Jerusalén y Judá, junto con sus villas, aldeas y demás territorios.

En la Biblia se presenta una amplia lista con los nombres de personajes como Bet-azmavet que retornaron a sus destinos. Él fue en compañía de ciertos líderes, tal sucedió en el caso de Zorobabel y otros en la situación de Jesúa, Nehemías, Mardoqueo, Mispar o Baana.

Listado de los varones del pueblo de Israel y Bet-azmavet

Uno de los propósitos centrales de anotar los nombres como el de Bet-azmavet en la lista, es que se obtuviera una cifra del total de los que subieron del exilio. Se contaron así a los varones del pueblo de los israelitas en los que se encontraban los hijos de Paros, con un número de dos mil cientos setenta y dos.

Del mismo modo, siguieron registrándose a los de Sefatías, Ara, Elam, Zatu, entre otros. De los de Bet-azmavet, se arrojó un total de cuarenta y dos, quienes fueron en compañía de los descendientes de Ramá, Micmas o Magbis.

Junto a Bet-azmavet, estaba el conjunto de los sacerdotes, de los que salieron novecientos setenta y tres. También, se registró al grupo de los levitas y los demás sirvientes del templo de Dios, sin dejar de lado, a los hijos de los siervos de Salomón. Entre todos eran trescientos noventa y dos.

Al final, la congregación unida como un solo hombre fue de cuarenta y dos mil trescientos sesenta. Tengamos en cuenta que allí no se tomó nota de los siervos, los cantores, los caballos, mulas y demás animales.

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