Berota significado bíblico

berota

Definición. El significado bíblico de Berota, es nombre de un pueblo que se ubicó entre la región de Hamat y Damasco. Se menciona en los pasajes de Ezequiel junto con Sibraim, localizado en estos límites geográficos. En la actualidad, se le conoce como Bereitan.

Berota en los límites de las tierras

La ciudad de Berota tiene registro dentro de la lista que Ezequiel expone en sus pasajes de la Biblia. Tengamos presente que Dios les comunicó a sus hijos que repartieran la tierra por sus límites en forma de heredad. José se quedaría con dos partes y las demás se legarían al resto de las tribus.

Jehová hizo la promesa de dar a los antepasados de los israelitas terrenos en los cuales habitarían y dejarían sus venideras generaciones. El señor dijo que sus hijos y nietos serían tan abundantes como los granos de la arena.

Ahora bien, se establecieron los límites hacia el lado norte, desde el mar Grande y viniendo a Zedad. Se enumera a Hamat, Berota y Sibraím entre Damasco. Tres pueblos bien dispuestos para formar parte de la tierra de Israel.

La Biblia también nos dice respecto a Berota, que se repartió por medio de suertes que determinarían la heredad de cada quien. Algunos extranjeros siguieron permaneciendo con ellos y como tuvieron hijos con sus mujeres, quedaron siendo naturales entre los hebreos.

David extiende sus dominios en Berota y otras ciudades

David fue un varón de Dios que participó en muchas batallas y se hizo con varias conquistas a lo largo de su vida. Él derrotó a los filisteos, los sometió y que quedo con sus tierras, como lo fue el caso de Meteg-ama. Hizo lo mismo con los habitantes de Moab, ellos se convirtieron en sus siervos y le pagaron tributo.

El rey también ganó la contienda contra Hadad-ezer, el rey de Soba. Tomó de eso, hombres de a caballo, de a pie y se llevó suficientes carros. Se quedó con los escudos de oro y se acarreó gran cantidad de bronce de Berota.

David ganó fama entre los pueblos aledaños, también derrotó a los sirios, destrozando a los edomitas que moraban en el valle de la sal. Las ciudades como Berota quedaron en estado de desolación, luego del saqueo masivo.

Podemos aprender del episodio de Berota la forma en la que Dios le dio la victoria a su elegido por donde quiera que iba. Esa fue su promesa y se cumplió, por eso, debemos confiar de manera plena en los designios del padre celestial.

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