Balaam significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de Balaam es engullidor. Este hombre era hijo de Beor, habitante de la ciudad aramea de Petor. Ese sitio se encontraba cerca del río Sajur, en la parte alta del Éufrates. Él no era israelita de nacimiento, aun así reconocía que Jehová es el Dios verdadero.

Vídeo sobre el significado bíblico de Balaam

¿Cómo conoció Balaam sobre el creador?

La ciudad de Petor estaba en las cercanías de Harán, la zona donde vivió Abrahán, Lot y Jacob. Estos hombres eran personas muy espirituales y con una relación muy cercana con Dios. Es por esto, que no extraña que otros habitantes conocieran mucho sobre esta suprema personalidad. Tal vez esa información, llegó a los oídos de Balaam y varios de sus vecinos.

El respecto que Balaam le tenía a Jehová le impidió aceptar los regalos de oro y plata que le envió el rey de Moab. La razón era, que los moabitas querían que él maldijera al pueblo de Israel. Pensaban que con eso, tendrían la oportunidad de derrotarlos en caso de que tuvieran que luchar.

Sin embargo, Jehová le indicó que no acompañara a los príncipes de Moab, ni dijera ninguna palabra mala contra su pueblo. Luego, el rey envió a una delegación más grande para convencerlo a que viajara con ellos. Cuando Dios lo autorizó, Balaam de Amav aceptó la solicitud.

Durante la marcha, Jehová envió un ángel quien se plantó en tres ocasiones en el camino. Primero, hizo que la asna se metiera en el campo; segundo, apretó el pie de su amo contra el muro y tercero se echó en el piso. Después de golpearlo un poco, el animal comenzó a hablar para protestar. Además, de esta sorpresa se unió la aparición de la criatura de Dios.

¿Por qué el ángel se le presentó a Balaam?

Aunque Jehová había aceptado que este hombre acompañara a los moabitas, no estaba de acuerdo que la finalidad fuera que se maldijera a su pueblo. Por eso, la criatura celestial le dio un mensaje. Este le indicaba que podía seguir su viaje, siempre y cuando bendijera a Israel y no hiciera lo contrario.

Dios le dio la oportunidad de decidir entre lo bueno y lo malo. Sin embargo, así como Caín se negó a hacer lo correcto, Balaam por su aspiración codiciosa pretendía cumplir los deseos de quienes lo contrataron. A pesar de varios intentos, no pudo hacerlo porque Jehová se lo impedía. El rey se enfureció y se retiró de allí.

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