Ayo significado bíblico

ayo

Definición. El significado bíblico de ayo, es calificativo que se les otorgaba a las personas que se encargaban del cuidado de un niño, supervisando todo lo concerniente a su educación. Muchos de ellos estaban en la capacidad de enseñar las leyes de Dios, por eso, su trabajo fue uno de los más relevantes y solicitados.

El ayo existió desde la antigüedad con las culturas griegas y romanas. En ambos casos, su papel residía en llevar y traer a los infantes de la escuela, tenía un rol de esclavo. La traducción de tal término quiere decir el que conduce a niños o es guardián, por eso, muchos afirman que no se trataba como tal de un maestro.

En el inicio, el cargo del ayo se designaba con el calificativo didáskalos, así se registra en los textos seculares de origen griego. Solía diferenciarse del paidagÇgós, cuya función consistía en servir a las familias, velando por los varones que integraban tal núcleo.

El ayo y la figura de ley en los tiempos de Pablo

Existe un pasaje de la Biblia en el cual Pablo defiende su ministerio frente a los corintios, allí les aclara que, aunque tuviesen a diez mil ayos a su favor, no tendrían muchos padres. El motivo de ello es que el único que les había engendrado, era cristo Jesús a través del evangelio.

Conviene destacar, que la deducción de la palabra ayo por parte del apóstol no fue la más adecuada, ya que, él la empleó como si se tratase de una figura de la ley encargada de disciplinar al pueblo de Jehová. Así aparece en los pasajes bíblicos, pero en ese caso, la traducción más apropiada sería la de custodio.

El ayo de la antigüedad no podría tomarse por una figura de la ley de Dios porque en realidad, su papel consistía en acompañar a los niños a la escuela o permanecer con ellos en clase. Si bien es cierto, se le permitía corregirles o enseñarle respecto a la palabra del señor, más su participación correspondía más con la supervisión.

El ayo en los pasajes del libro de Gálatas

A través de las líneas del libro de Gálatas, se habla del cuidado de los niños y la observación de su educación por parte de una persona a la cual designaban como ayo. Se dice que el rey Acab tenía a su disposición a varios encargados de tal función, puesto que, concibió setenta hijos.

Subir