Zanoa significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Zanoa, es ciudad que integró el conjunto de la llanura de Judá. Se menciona en los pasajes de Josué, junto con En-ganim, Enam y Tapúa. En ocasiones se le identifica como Zanuh, estando a pocos kilómetros de Bet-semes.
Los moradores de Zanoa
Las personas que habitaron en Zanoa fueron aquellas mismas que se encargaron de reparar la puerta del valle que se restauró al lado de Hanún. Todos ellos tuvieron que reedificar el espacio junto con las cerraduras y cerrojos, sin dejar de lado, los mil codos del muro.
El sacerdote fue uno de los que se encargó de repartir el trabajo de reedificación en el que participaron los moradores de Zanoa. También había otros hombres que estuvieron presentes aquel día, como los varones de Jericó o el hijo de Imri llamado Zacur.
Respecto a los moradores de Zanoa, tuvieron que restaurar la puerta del valle, junto con Hanún. De ello se dice que la reedificaron, colocaron sus cerrojos y cerraduras hasta el sitio del muladar, el esfuerzo que ejecutaron fue grande.
Zanoa dentro de las ciudades de Judá
Otra de las menciones de Zanoa en la Biblia, es aquella que se refiere a su integración dentro del conjunto de las ciudades que formaron parte del territorio de Judá. Se repartió a modo de heredad, de acuerdo con los linajes y núcleos familiares de la época.
Zanoa y las demás ciudades se situaron en el extremo sur, yendo hacia la frontera de Edom. Entre ellas también estaban Cabseel, Dimona, Adada, Cedes y otras.
En la parte de las llanuras, es donde se ubica de manera específica a Zanoa con sus aldeas. De ese conjunto se contó un total de catorce ciudades. También había otras locaciones posicionadas en las montañas o en el desierto. Los pasajes de las escrituras nos dicen que los jebuseos que moraban en Jerusalén, tuvieron que permanecer con los hijos de Judá, porque no pudieron expulsarles.
Zanoa y los sitios habitados fuera de Jerusalén
Por la época en la que se llevó a cabo la repartición de los territorios, existieron personas que querían vivir fuera de la ciudad de Jerusalén. Entre esos lugares estaba Zanoa, Beerseba, Micmas y más sitios sagrados.
Sucedió que también hubo hombres y mujeres que decidieron permanecer de manera voluntaria en Jerusalén. A causa de ello, el señor les recompensó con excelentes bendiciones y con la multiplicación de sus tierras.